Ubicado en cercanĂas de Tolhuin, el corazĂłn de Tierra del Fuego, el lago Fagnano, es uno de los mĂĄs grandes del paĂs compartidos con Chile, dado que tiene una superficie superior de casi 600 kilĂłmetros cuadrados y cuenta con una profundidad que alcanza los 200 metros.Â
Sus aguas se dividen entre Chile y nuestro paĂs: la mayor parte estĂĄ del lado argentino, pero desagua hacia el lado chileno. Sobre sus costas se realizan diferentes actividades, a la vez que tambiĂ©n se hallan distintos alojamientos para disfrutar del imponente paisaje del fin del mundo.
Su nombre se debe al primer misionero salesiano de la Patagonia meridional, José Fagnano. Los Selknam, nativos de la región, lo llamaban lago Khami. Si bien la pesca deportiva o los paseos en embarcaciones son las actividades mås populares en el Fagnano, también se realizan distintas actividades en las inmediaciones del espejo de agua, como cabalgatas, caminatas, paseos en bicicleta o en cuatriciclo.
Los mĂĄs osados pueden practicar mountain bike por distintos senderos de entre 4 y 6 kilĂłmetros que se ubican en los alrededores del cerro Jeujepen, y atraviesan chorrillos y castoreras, se avistan turberas y se termina a orillas de la laguna de Aguas Blancas.
Asimismo, en la costa sudeste del lago se inaugurĂł hace varios años el Mirador RĂo Valdez, que fue construido con material natural de la zona, como la madera de lenga, que le da un entorno armĂłnicamente entrelazado con el lago. AllĂ, ademĂĄs de la hermosa vista, es un punto estratĂ©gico para observar aves autĂłctonas como petreles, albatros y cauquenes.
En cercanĂas del lago tambiĂ©n se encuentra el Museo histĂłrico Khami, ubicado donde se construyĂł la primera estaciĂłn de policĂa de la zona. Sencillo y pequeño, pero a la vez con buena informaciĂłn, tiene elementos para conocer la historia de Tolhuin.
TambiĂ©n a poca distancia del Fagnano, se encuentra Laguna Negra, un espejo de agua separado del gran lago por un cordĂłn de grava, originado por un gran movimiento sĂsmico. AllĂ se puede realizar un recorrido de cuatro kilĂłmetros, que lleva alrededor de dos horas en el que se recorre un bosque de lengas y ñires, transitando por turbales, con una vista panorĂĄmica en la PenĂnsula del viento.