El patrimonio cultural de Santiago del Estero valora en museos, espacios culturales, fiestas, pero sobre todo en las populares reuniones que cada semana se realizan en “patios” y plazas, donde todos están invitados a bailar.
Por otra parte, de las manos de los artesanos locales surgen maravillosas piezas, desde bombos hasta cestos tejidos con fibras naturales, pasando por los tejidos de telar hasta tallas en madera, cuero y plata.
Y por supuesto no podemos dejar afuera a la gastronomía, con las características empanadas santiagueñas, el cabrito y numerosos dulces.
La chacarera, un canto a la tierra cargada de tradiciones santiagueñas.
La historia, la tradición y la cultura son elementos esenciales de la vida de la provincia. Respetada como cuna del folklore, Santiago del Estero es tierra de valiosos cantantes y bailarines, así como origen de gran parte de las más reconocidas canciones nacionales. En cualquier hogar hay bombos y guitarras, y las chacareras son las estrellas de la zona. Basta con escucharlas para reconocer en sus letras historias, lugares y rasgos de la naturaleza de los santiagueños. Las armonías de los violines se amalgaman con los relatos sobre San Francisco Solano, quien cristianizaba escoltado de su mágico sonido. Entre los instrumentos atrapa en especial la sachaguitarra, que es propia de la provincia.
Para conocer más sobre esa tradición santiagueña el visitante puede visitar la Casa del Folklorista, la Casa Museo de Andrés Chazarreta y la Casa Museo de los Carabajal, que reflejan una afincada tradición. En la Feria Artesanal y Productiva Upianita, a 27 km. de la capital, todos los sábados se realiza un gran encuentro cultural con gastronomía característica, música en vivo, artesanías, paseos a caballo y en Sulky. Imperdible es la Marcha de los Bombos, que congrega a decenas de miles de turistas y santiagueños el sábado previo al aniversario de la ciudad (25 de julio), con una caravana a pura chacarera en la que excita el sonido de los instrumentos.
Artesanías Santiagueñas
Santiago del Estero es famosa por la riqueza de sus recuerdos artesanales ejecutados en distintos materiales, que son auténticas obras de arte. Luthiers de gran nivel realizan bombos, cajas, guitarras, charangos, arpas y violines. El instrumento más popular es el bombo legüero, popular por su sonoridad y fabricación, y llamado así porque puede escucharse a una legua de distancia. Se elabora con madera de ceibo, tala o quebracho blanco, y parches de cuero de corzuela, cabra, oveja o vizcacha.
Otra de las expresiones artesanales más distintivas de la provincia es la cestería, de gran importancia en Río Hondo, Jiménez y Ojo de Agua. Enfatizan los cestos de ropa (llamados canastos bombo), fuentes y bolsos que se fabrican a mano usando paja brava, chala, unquillo y cogollo de palma. También se confeccionan objetos de madera, entre la que descuella la del tradicional quebracho colorado, tejidos en telares con lanas coloridas de oveja, piezas de cuero de los trenzadores y talabarteros santiagueños, platería, soguería y piezas de alfarería con técnicas de hace más de 40 años para dar forma a la tierra arcillosa y colorada.
Y la gastronomía