Desde su inicio hasta hoy, tres fueron las familias que se sucedieron al frente de la pizzería Yusepín, que comenzó por iniciativa de un nicoleño y cuyos empleados iban aprendiendo de la mano del dueño este modo exclusivo de fabricar la mercadería. Con el tiempo, al retirarse su fundador, un sobrino (Don Horacio) compró la pizzería y el 1ro de mayo de 1939, se hizo cargo con su esposa, para dedicarle largos años de su vida al trabajo sin descanso, manteniendo la fórmula original de pizzas y fugazzettas y agregándole los fines de semana pollos y lechones cocidos en su horno a leña. También y de la mano de Angela, su esposa, ofrecían merengues, borrachos, tortas de manzana y pan dulce (especialmente en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
La pizzería pasó a manos de los actuales propietarios en 1980, cuando Don Horacio pasó a dedicarse a su hotel y a trabajar con un ritmo más descansado y menos vertiginoso. Pero la actividad febril continuó con los nuevos dueños, sin variar para nada la calidad y originalidad de sus productos.
Ubicación estratégica
Emplazada a 150 metros de la Terminal de Ómnibus actual (la que anteriormente fuera la estación del Ferrocarril Francés), nuclea a gran cantidad de viajeros que llegan a la ciudad, o parten de ella, quienes buscan una comida rápida y sabrosa, al “pie del mostrador”. Esta fue la característica que su primer dueño impuso al negocio para que sea un lugar de paso, por lo cual nunca lo equipó con mesas, solo unas pocas sillas para atenuar el cansancio de la habitualmente larga espera, dado que la clientela es siempre numerosa. Al mirar por su frente vidriado, se ve en el pequeño habitáculo mucha gente, alguna comiendo y tomando una cerveza parados y otra con el oído atento a la mención de su nombre, para retirar lo encargado. También y al avance de los tiempos ha incorporado la cadetería y delivery.
En la época en que los cines de Santa Fe se colmaban de público, quienes concurrían al cine Colón tenían, como “escala” obligada, la pizzería Yusepín, para entrar al cine satisfechos con la ingesta rápida de la pizza o la fugazzetta o ambas, saboreadas con el acompañamiento de una clásica birra.
Hoy en día, sólo la clientela del cine ha desaparecido, porque el cine mismo ya no está, pero el resto de ella continúa fiel al negocio, tanto como éste continúa fiel a sus principios de brindar un riquísimo producto con las características mantenidas durante más de ocho décadas.
Argentino, nacido en la ciudad de Santa Fe. Licenciado en Comunicación Social, especializado y apasionado por la redacción. Amante de las canciones, los idiomas y la interculturalidad. Me gusta emocionarme con un lindo texto y dejarme sorprender como un niño. Juego a que soy escritor y músico.