El Parque Nacional Islas de Santa Fe era una zona habitada por pueblos originarios Quiloazas, Corondás, Timbupes y Guaranpies. El primer explorador que llegó hasta allí fue el italiano Sebastián Gaboto, enviado por la corona española para alcanzar las islas de oriente a comienzos del siglo XVI. En 1968, se crea la reserva provincial El Rico y en el 2008 la provincia cede las tierras a la Nación para luego crear el Parque Nacional que posee una superficie de casi 3 mil hectáreas de delta virgen. La temporada más propicia para visitarlo es en otoño y primavera, que dispensan días de agradable temperatura y noches frescas.
¿Qué se puede ver?
El parque está formado por islas sedimentarias que, a diferencia del Delta del Tigre, al encontrarse más al norte del río no forman parte de su desembocadura en el Río de la Plata, sino que son internas. La vegetación es la típica de la selva paranaense, canutillos, pajones, juncos, curupíes y el tradicional ceibo, la flor nacional.
Si hablamos de fauna se pueden avistar aves como el gavilán caracolero, un ave rapaz que caza los grandes caracoles, el hornero, el arañero cara negra, el tordo renegrido, el cardenilla, el cabecita negra, la torcacita, el federal, el jilguero, la tacuarita azul, el benteveo, el carpintero real, el chingolo, el zorzal colorado, el cardenal, entre otras.
Entre los reptiles habitan el lagarto overo, la tortuga acuática de cuello largo y la de laguna que son abundantes en toda la zona. El yacaré negro y el ñato que llegan desde el norte hasta las islas de la región, donde el último incluso nidifica. También sobresalen la yarará, y la ñacaniná, además de gran variedad de especies de lagartijas.