La Patagonia es famosa por su clima inestable y los fuertes vientos durante el verano austral. Particularmente en la zona de El Chaltén, son frecuentes en el verano los días nublados o con lluvias. Los contrastes de temperaturas se acentúan debido a la proximidad del Hielo Continental Sur, por lo que es importante llevar la indumentaria adecuada.
Si vas a acampar en El Chaltén, debés tener en cuenta que hay pequeñas nevadas en los meses de octubre, noviembre, marzo y abril. Se recomienda llevar calzado para trekking y arroparse usando el método de capas (primero ropa interior para la evapotranspiración, segundo abrigo, y finalmente un rompevientos).
Derribando mitos
Este destino es ideal para los amantes de las caminatas, ya sean de pocos minutos, varias horas o, incluso, varios días. La mayoría de los senderos transitan por pendientes suaves que no representan ninguna dificultad para una persona con un estado físico "normal". Salvo para los casos de las expediciones y ascensiones guiadas, no es necesario poseer una gran resistencia ni entrenamiento previo.
Nuestro cuerpo está diseñado para caminar, pero el estilo de vida "moderno" no siempre incluye caminatas diarias en nuestra rutina. Si sos una persona con hábitos sedentarios, te sugerimos realizar al menos algunas caminatas previas para estar mejor preparado.
Cosas que NO debes olvidar traer
- Calzado de trekking (en lo posible impermeable).
- Abrigo de polar (en lo posible con cuello alto).
- Rompevientos impermeable (en lo posible con capucha).
- Lentes para el sol con filtro UV.
- Protector solar con filtro UV (factor 30 o superior).
- Gorro de abrigo y para el sol.
- Guantes y medias de abrigo.
- Pilas de repuesto (el frío reduce su duración).
- Tarjetas de memoria extra para tu cámara de fotos o video (querrás llevarte un montón de recuerdos inolvidables).
Fuente: Secretaria de Turismo de ElChaltén
Madrynense y argentina. Lic. en RRPP (UP), especializada en Comunicación e Identidad Corporativa (UNIR) y docente universitaria. Apasionada por la comunicación en todas sus expresiones, porque como dice Paul Watzlawick “Todo Comunica”… las palabras, las reacciones y nuestro cuerpo. Mi desafío profesional es cuidar de “ese todo”, aportando mis conocimientos y gestionando las herramientas necesarias para que las comunicaciones fluyan como las olas del mar.