Hay lugares tan lejos de los grandes centros poblados cuya naturaleza, en muchos casos, aún está inexplorada, que cuando descubrimos estos caminos, parecen estar fuera de este mundo. Sin lujosos restaurantes, sin hoteles para descansar, estas zonas se convierten con el tiempo en lugares de incomparable valor familiar y social en busca de silencios interminables, momentos para sentir e incluso secretos para compartir. Lugares que a veces están tan cerca y tan lejos, que tal vez hasta hoy, nunca nos hemos permitido conocer esos fines de semana cuando necesitábamos un renovar el aire.
En los alrededores de la ciudad de Los Antiguos, en el noroeste de la provincia de Santa Cruz hay un lugar privilegiado en la Comarca del Lago Buenos Aires, es una ruta de ripio que conduce a uno de estos lugares. El visitante puede recorrer un hermoso itinerario que ingresa al bosque andino-patagónico y se conoce como: Camino al Monte Zeballos.
El punto de partida es el Mirador del RÃo Jeinimeni, a dos kilómetros del centro del poblado, desde allÃ, la RP 41 te lleva al puesto fronterizo de RÃo Roballos. Este camino se enmarca entre las últimas estribaciones de la meseta del lago de Buenos Aires al este y los Andes al oeste. Uno de sus lugares pintorescos se encuentra a 22 kilómetros desde la vÃa donde aparece un punto panorámico natural y después de andar un corto tramo, se encuentra la formación geológica conocida como Toscas Bayas, formada por paredes de rocas sedimentarias.
A través de esta ruta se alcanza en muy poco tiempo al Monte Zeballos, una montaña de origen volcánico ubicada en el corazón de los Andes, uno de los puntos más altos de la cordillera santacruceña. El origen de su nombre se debe al fundador del Instituto Geográfico Argentino, Estanislao Zeballos. Otra de las caracterÃsticas relevantes es que los rÃos Zeballos y Los Antiguos, ambos afluentes del lago Buenos Aires, nacen de sus amplias laderas. Además de dar origen al rÃo Pinturas, afluente del rÃo Deseado.
Las caracterÃsticas del lugar permiten al visitante adentrarse en los sectores naturales vÃrgenes: el bosque andino original, que pasa a través de formaciones rocosas donde el paisaje cambia repentinamente de la estepa a los montes de Lenga e Ñires, el lugar perfecto para caminar, ya que es muy poco explorado, Sin embargo, hay muchas áreas que han sufrido modificaciones debido a la extracción de madera, sin haber previsto la repoblación de especies.
El paisaje se complementa con rÃos de agua de deshielo, lagunas con aves y rÃos que son ideales para la pesca deportiva (trucha marrón, salmón). El rÃo Zeballos es reconocido como un buen lugar de pesca, especialmente en el área de Puente Nuevo. Miradores naturales y fauna para descubrir: guanacos, choiques, una pequeña población de huemules, zorros, pumas, pájaros carpinteros entre las especies a relucir.