Situada a 80 km. de la capital Neuquina, fue construida sobre la margen Oeste del embalse Ezequiel Ramos Mejía, que constituye un oasis formado por un paisaje de mesetas típicas del relieve del desierto patagónico.
El suelo de arenisca rojas de Villa el Chocón y las costas del embalse son ricas en fósiles, lo que ha derivado que a la localidad se la conozca como El valle de los dinosaurios.
Uno de los hallazgos más importantes de la zona fueron los restos fósiles del carnívoro más grande del mundo el Giganotosaurus carolini, encontrado en 1993 por Rubén Carolini, un aficionado a la paleontología.
Además, se localizan restos de saurios menores, huellas de tres metros de largo, el bosque petrificado, también encontrados por Carolini. Actualmente este patrimonio se halla protegido por científicos e investigadores, que han realizado obras de conservación y reproducción de fósiles, muchos de ellos se encuentran expuestos en el Museo Municipal Paleontológico Ernesto Bachmann.
La energía de una villa
La localidad surge a partir de la construcción de la represa hidroeléctrica sobre el río Limay que generó un embalse de una superficie de 816 kilómetros cuadrados. La planta urbana, edificada por la empresa Hidronor S.A, hace más de 25 años, requirió de grandes inversiones en material y tecnología. A partir de la construcción de estas obras se produjeron importantes cambios en la fisonomía regional, y se descubrió en su entorno una zona rica en restos fósiles, árboles petrificados, restos e improntas o huellas de dinosaurios, que constituyen hoy el más importante atractivo.
Represa Hidroeléctrica El Chocón
La creación de la villa requirió una cuidada planificación arquitectónica, con una intensa forestación de sus calles y parquización de los lugares públicos, logrando un microclima y paisaje muy agradable para la vida urbana.
La principal actividad económica se concentra en la generación y transporte de energía producida por la central hidroeléctrica con una potencia de 1.200 kW. Desde el año 1994 esta concesionada a un consorcio privado chileno- norteamericano que operará durante 30 años.
En el diseño de Villa El Chocón participaron los arquitectos Antonini, Schon y Zemborain, proyectado en noventa días, en 1968. Se concretó en un centro de actividades cívicas materializado por edificios vinculados por calles y plazas; y una trama urbana peatonal que lo relaciona con las viviendas ubicadas en terrazas con vistas al embalse.
Tierra de dinosaurios
En Villa el Chocón y sus alrededores la prehistoria surge en cada rincón de sus tierras. Una manifestación de ella lo constituyen las huellas o ignitas de dinosaurios herbívoros y carnívoros que datan de alrededor de unos 97 millones de años encontradas sobre la costa del lago. Allí se encuentra un museo de sitio para protegerlas e interpretarlas. El valle de los dinosaurios constituye un gran atractivo.
Para hacer y conocer
Villa el Chocón y el embalse Ezequiel Ramos Mexía también son escenarios para la práctica de deportes náuticos. Ofrecen todas las comodidades para el visitante con variadas posibilidades de paseos y atractivos turísticos. Una de ellas es la represa Hidroeléctrica construida sobre el río Limay.
Otros lugares que merecen conocerse son el Cañadón Escondido con 20 km. de largo y una profundidad de 80 metros. Está constituido por capas o estratos de millones de años, donde se pueden observar fósiles vegetales, huellas de dinosaurios. Del lago emergen inmensas rocas denominadas Los Gigantes que atraen por su majestuosidad. Además, se puede visitar la Iglesia Nuestra Señora de El Chocón.