Copahue, en la provincia de Neuquén, es muy popular, principalmente entre los visitantes argentinos, como lo demuestra el crecimiento de la infraestructura turística. El pueblo se centra en las grandes y modernas Termas de Copahue, que ofrecen una amplia gama de programas de baños curativos.
El complejo termal descansa sobre una de las laderas del volcán del mismo nombre, en plena Cordillera de los Andes. Esta villa veraniega, solo esta abierta de diciembre a abril, se encuentra a 376 km del aeropuerto de Neuquén. Desde allí se accede por rutas en perfecto estado de conservación. El estar ubicada a 2000 MSNM hace que, cuando comienzan las nevadas, Copahue desaparece.
Aguas sanadoras, únicas en el mundo
Es un lugar ideal para el descanso, el bienestar y el pleno contacto con la naturaleza. En la villa las horas parecen transcurrir a un ritmo diferente, lentas y cansinas. Para disfrutar de las termas y conocer el lugar lo recomendable es alojarse 5 noches como mínimo. Sin embargo hay personas que llegan allí, con la prescripción de un tratamiento, y están de 8 a 10 días. Sus aguas, vapores y barros son considerados únicos en el mundo, por el Congreso Iberoamericano de Peloides (fangos) realizado este año en la provincia.
El complejo termal ofrece 4 tipos de recursos termales en espacios independientes. La laguna verde, que toma su nombre por las algas microscópicas en suspensión que posee. Es un agua recomendada para enfermedades de la piel, como el acné, la psoriasis. El otro piletón contiene aguas sulfurosas, es fácilmente identificable porque es el que emite más vapor por la temperatura de sus aguas cercana a los 80°C. Por esta razón no es apta para sumergirse. Luego de pasar torres de enfriamiento llega por cañerías a bañeras de inmersión y jacuzzis, es recomendada para calmar contracturas y disminuir dolores musculares. La que más llama la atención al visitante es la denominada Laguna del Chancho porque sus aguas son de color grisáceo, allí las personas disfrutan del calor y el barro. Posee alta cantidad de hierro lo que estimula el metabolismo celular acelerando la cicatrización, el fango también se recomienda en afecciones reumáticas.
Otro de los recursos son los vapores del volcán Copahue, que se utilizan en saunas, recomendados para afecciones respiratorias. En este punto es bueno aclara que todo se realiza bajo un estricto control de médicos y kinesiólogos presentes en las instalaciones
Además de las termas, qué?
La utilización de las aguas termales es por periodos cortos de tiempo y no más de tres veces al día, lo que da la posibilidad de disfrutar del fantástico entorno natural. A 18km del centro termal se encuentra una caída de agua conocido como el Salto del Agrio. El desplome es de unos 60 metros a una laguna circular que destapa un momento indescriptible en el visitante. Lo ideal es ir por la mañana porque el agua cae de cara al Este, por la tarde no se aprecia la acuarela de colores del hoyo, tizando por los minerales que el cauce lleva.
Si se desea pasar un medio día auténtico y austero una comunidad de mapuches trashumantes ofrece una visita a su comunidad, donde el turista aprenderá la idiosincrasia de ese pueblo originario al tiempo que degustará un auténtico cordero patagónico al asador, realizado con condimentos que solo se transmiten de padres a hijos.
Caminatas y recorridos en bici
Para los que la movilidad no representa una limitante el lugar ofrece salidas de trekking de baja dificultad o mountain bike. También a aquellos que su estado físico lo permite es recomendable la caminata hasta el ojo del volcán. Una experiencia única en estas latitudes porque se puede acceder sin equipos de escalada. Se trata de un trekking corto de dificultad media que se completa en menos de un día de marcha. Según el estado físico son de 3 a 4 horas de subida y 3 de bajada. Una vez en la cima, se descubre la laguna de agua verde dentro del cráter, salpicada de manchones amarillos de azufre. Allí también aparece la lengua del glaciar, que cae por la boca misma del cráter de 25 kilómetros de diámetro. Es un volcán vivo porque emite vapores o cenizas, depende su estado de ánimo. Es aconsejable hacer el trayecto con un guía ya que ellos proveen de barbijos y otros elementos de cuidado.
Se recomienda llevar una vianda para comer en la cima con todo el valle para empalagarse de naturaleza. Desde allí se ve el cerro Domuyo (4800 metros), el más alto de la Patagonia; el cerro Negro, con su singular perfil escalonado; el volcán Tromen y el cerro Peineta, del lado chileno. Para sumar emoción, en invierno, se puede descender esquiando un trayecto de más de 8 km fuera de pista.
Periodista desde 1988, especializado en turismo. Escribe para medios gráficos y digitales de nuestro país y el extranjero. Fundador de LOS CABRERA Comunicación.