El Parque Nacional Iguazú es un paraíso natural que contiene muchas perlas en su interior. La playa Isla San Martín es una de ellas. Ubicada en la única isla del río Iguazú Inferior, posee una belleza pocas veces vista. Si te gustan las cascadas y la playa, este es el lugar para disfrutar las dos cosas al mismo tiempo.
Como sacado de un paisaje de Julio Verne, esta gran isla yace en medio de los imponentes saltos de agua. La playa Isla San Martín se encuentra en el río Iguazú del lado argentino, dentro del Parque Nacional y al pie de las Cataratas. Tiene una fachada única que la distingue de otras playas. Costas de arena, piedras negras, paredones rojos altos hasta el cielo y una selva tupida envuelta en caídas de agua. Junto con la Garganta del Diablo, la playa Isla San Martín es uno de los lugares mayor visitados de Misiones.
Una playa de película
Todo en la playa Isla San Martín nos recuerda a un paisaje de película con aires de aventura. Es que esta Isla posee una rica historia dentro del ámbito de las Cataratas del Iguazú. Innumerables documentales y películas fueron filmadas allí.
Para llegar a la playa solo se lo puede hacer embarcados. El recorrido, como no puede ser de otra manera, comienza con un desembarco. A continuación, viene una empinada escalera con más de 170 escalones de piedra que conducen al sendero natural. Los 650 m de recorrido son tan intensos como gratificantes. El recorrido se realiza por senderos naturales abiertos en la selva, interrumpidos por pequeños saltos de agua. ¡Imposible tener más contacto con la naturaleza!
Dentro de la isla está el mirador La Ventana. Desde él se divisa a lo lejos la espectacular Garganta del Diablo y los saltos del lado brasilero. También es posible acceder a un balcón con vistas al salto San Martín, el segundo en importancia de las Cataratas. Desde allí se logran las mejores fotos del Parque Nacional Iguazú y se disfrutan las Cataratas desde adentro.
Figurita difícil
El paseo por la playa Isla San Martín dura alrededor de 2 horas y es de gran exigencia física. Por otro lado, el paso en lancha se encuentra habilitado solo cuando el caudal del río lo permite. Sin embargo, al final todo vale la pena, la recompensa está al alcance de la mano. Luego de una caminata de película, el agua cálida de la playa nos espera para zambullirnos en ella.
Misionero y argentino por elección. Profesor de Historia (UBA), aficionado a la astronomía y a la ciencia ficción. Soy docente en el nivel medio y superior, pero antes fui maestro heladero, librero, administrativo, encuestador, mozo y hasta repartidor de películas de VHS. Mi pasión es escribir. Tengo unos cuantos cuentos y unas cuantas historias para contar. Como dicen por mi zona, solo “entre, pase y pregunte”.