La fuerza de la naturaleza
Declaradas una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, las Cataratas del Iguazú están compuestas por 275 saltos de agua que caen desde distintas alturas.
Misiones
A pesar de los avances de la tecnología y de la ciencia, a fin de cuentas, lo que realmente nos fascina siempre tiene que ver con la naturaleza. Evolucionamos, avanzamos, pero siempre volvemos a lo básico: a la tierra, a lo primitivo, a lo maravilloso. A la fuerza del agua, de la selva, de los animales en su propio hábitat. En las Cataratas del Iguazú encontramos todo eso y mucho más. Declaradas una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, las Cataratas del Iguazú están compuestas por 275 saltos de agua que caen desde distintas alturas. Se trata de más de 2 kilómetros de cascadas, de las cuales la de mayor caudal y la 13más alta es la célebre Garganta del Diablo, con 80 metros, cuya majestuosidad se puede disfrutar desde solo 50 metros de distancia. Al agua se le suma el entorno: un contexto vegetal inigualable que constituye uno de los paisajes naturales más opulentos del mundo. Existen dos circuitos para conocer las Cataratas: uno inferior y uno superior; uno que se mete dentro del paisaje fenomenal y otro que permite apreciarlo en todo su esplendor. En el circuito inferior se llega a la base de los saltos, donde se puede sentir la fuerza del agua que, transformada en rocío o vapor, salpica a los visitantes. En el circuito superior las vistas panorámicas que se ofrecen desde las pasarelas y los miradores nos permiten llevarnos postales maravillosas que no entran en ninguna foto. Es muy difícil contar en palabras algo tan sublime como la experiencia de atravesar las Cataratas del Iguazú, un recorrido que todos deberíamos hacer al menos una vez en la vida.