Bucear es una actividad relacionada con el mar y sus profundidades. Sin embargo, el agua dulce también se presta para esto. En Mendoza esta práctica no es muy conocida, pero tiene muchos adeptos y fanáticos. Es para todas las edades, sin discriminar peso ni talla.
En general, el buzo que practica en Mendoza viene de practicarlo en otras latitudes. Ya sean en el mar o en lagos y diques. Es que no es una zona apta para el debut. Su geografía y altitud hacen de nuestra provincia una plaza exigente para bucear. Se denomina buceo de altura, ya que estás a 1400 metros sobre el nivel del mar y en agua de deshielo. Las condiciones son más agrestes. Mucha gente ha venido desde Bahía Blanca o Rosario y no se anima a bucear acá.
Dónde y cómo bucear
En el dique Potrerillos, en Los Reyunos o en Valle Hermoso. No obstante, vamos a describir la experiencia en el primero, por ser el más cercano a la ciudad. Lo particular del dique Potrerillos es que buceás caminando. Es que uno se va sumergiendo a medida que comienza a caminar desde la costa siguiendo el camino de la antigua ruta, que en los 2000 quedó tapada por el agua. El paisaje en sus profundidades es único, entre montañas y carreteras. Se ven truchas arco iris, bigotudos o bagres, y camarones de agua dulce.
Las escuelas de buceo ofrecen, básicamente, el mismo servicio. Con punto de partida temprano en la mañana de cualquier fin de semana. Reunión a las 8 en la Ciudad. Parte un contingente de 10 personas hacia el dique por la ruta 7. Llegamos tipo 10 y se le informa al cuerpo de bomberos que vamos a bucear para que estén atentos ante cualquier accidente o contingencia. Momentos más tarde llegamos a la playa de windsurfistas.
Llega entonces el tiempo de acondicionarnos. La escuela contratada ofrece el equipamiento necesario: aletas, luneta, tubo de aire comprimido, traje de neoprene de 7 mm (el indicado para agua de deshielo, ya que el de mar es de 2 o 5 mm). Se ingresa desde a costa, sostenido por el cinturón de plomo.
Es importante mencionar que un buceo de bautismo dura entre 30 y 40 minutos, pero los de más experiencia están más de una hora con un instructor. El servicio completo tiene un precio, aproximado, de $3000.
Códigos y camaradería
Los buzos de Mendoza comparten mucho más que una actividad o un deporte. Comparten una verdadera pasión, que despierta verdaderos códigos de camaradería. En el momento de estar a 20 o 30 metros de profundidad solo piensan en los demás, por dos motivos. Uno, porque deben asistirlos ante cualquier percance que puedan sufrir. Pero, por otro lado, también van atentos al resto porque serán ellos los que ayudarán a uno mismo si tenemos un inconveniente. Básicamente, como dice el refrán, uno para todos y todos para uno.
Argentino, mendocino. Licenciado en Comunicación Social y Locutor. Emisor de mensajes, en cualquiera de sus formas. Poseedor de uno de los grandes privilegios de la vida: trabajar de lo que me apasiona. Lo que me gusta del mensaje escrito es el arte de la imaginación que genera en el lector. Te invito a mis aventuras.