Prácticamente, todos lo conocemos, sin saberlo. Es que, el Gran Hotel Villavicencio es esa “gran casa de techo a dos aguas” que aparece en las etiquetas del agua que lleva ese nombre. Es que, dicho sea de paso, esa agua mineral se extrae de la Reserva Natural Villavicencio, pero ese es otro tema. En este momento nos ocupa el hotel que funcionó durante casi 40 años durante el siglo pasado. ¿Por qué cerró? ¿Por qué no volvió a abrir sus puertas?
El agua
Por un lado, debemos explicar que la zona donde está el hotel es un lugar rico en aguas naturales de manantial. Fue en 1923 cuando el ganadero, Ángel Velaz, adquiere las tierras y construye un caño que transportaba el agua hasta la Ciudad. Allí se embotellaba y se vendía a todo el país.
El Hotel
En la década del 30, un aluvión derrumbó el hotel de Cacheuta. Éste era un hospedaje de lujo para las personas que viajaban a Chile en el tren Trasandino. Solían para ahí a pernoctar y a relacionarse con personas de la alta sociedad. Sin embargo, lo que es una crisis para algunos, es una oportunidad para otros. Ni lento ni perezoso, el ganadero, y ahora empresario del agua, Ángel Velaz, decidió la construcción de un hotel de alto nivel en la reserva natural. Es que, con motivo del derrumbe en Cacheuta, la ruta hacia Chile se trasladó a la zona de Villavicencio, donde vialidad construyó los caracoles y facilitó el paso hacia Uspallata. Por eso, sabiendo que el tránsito por esa zona crecería exponencialmente, Velaz emprendió el proyecto hotelero.
Desde ese momento funcionó el hotel, hasta 1979, cuando lo adquirió el empresario Héctor Greco, líder del Grupo Greco. Éste se declaró en quiebra tiempo después, dejando a la deriva el hotel, cerrando sus puertas. Desde ese momento, hasta la fecha, han existido múltiples proyectos de reapertura del mismo, pero ninguno ha prosperado.
Atractivo turístico
El quiebre del Grupo Greco y el nuevo trazado de la ruta hacia Chile, más hacia el sur, hicieron que el hotel cerrara sus puertas como tal. El mal manejo y la drástica baja en el número de visitantes hacían insostenible el proyecto. En 2015 se realizó la apertura del Parador Villavicencio, con propuestas gastronómicas saludables; se construyeron senderos interpretativos como el de geopaleontología, único en Mendoza, y el sendero de la Quebrada, construido íntegramente con material reciclado. Otros, sólo se bajan por unos minutos, toman un par de fotos y siguen camino hacia Uspallata, por la ruta provincial 52.
Intereses creados y justificaciones poco fundadas hacen que el hotel no funcione y apenas sirva como opción turística para los visitantes, una lástima.
Datos de Interés
En 2017 la fundación Danone, propietaria del lugar, lo restauró. El trabajo contó con la validación previa de la Comisión de Arquitectura de Patrimonio Histórico de la Nación, por haber sido declarado Patrimonio Histórico en el 2013.
Para llegar a la Reserva Natural Villavicencio desde la ciudad de Mendoza se debe tomar la RN 52 por 50 kilómetros que van ganando altura hasta llegar al destino.
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Argentino, mendocino. Licenciado en Comunicación Social y Locutor. Emisor de mensajes, en cualquiera de sus formas. Poseedor de uno de los grandes privilegios de la vida: trabajar de lo que me apasiona. Lo que me gusta del mensaje escrito es el arte de la imaginación que genera en el lector. Te invito a mis aventuras.