Ser Argentino. Todo sobre Argentina

Consejos para ir a Valle Hermoso

Este es uno de los lugares más espectaculares que existen en Mendoza, te dejamos algunos consejos para tener en cuenta.

La laguna de Valle Hermoso asoma después de un camino de ripio y en la cima de unos caracoles que permiten el descenso hacia ella. Son, indiscutiblemente, junto a la Laguna del Diamante, los paisajes más imponentes que la naturaleza nos ha regalado a los mendocinos. El acceso está permitido desde principios de diciembre y, ni bien se dio el visto bueno para el ingreso, los turistas, ávidos de naturaleza, coparon las instalaciones.

Desde distintas partes de Mendoza, desde Córdoba, Buenos Aires o Santa Fé, llegaron cientos de personas en bicicleta, camionetas, motos y hasta en autos particulares, pese a la dificultad que presenta el camino de ripio de 27 kilómetros que existe entre Las Leñas y Valle Hermoso. A continuación, te dejamos algunas recomendaciones a tener en cuenta.

Vehículos capacitados. Para acceder a Valle Hermoso es ineludible pasar, previamente, por Las Leñas. Hasta allí, el camino es todo asfaltado, se venga desde Malargüe, desde San Rafael o desde la Ciudad de Mendoza. Pero, a partir del centro de esquí, el camino se torna sinuoso, en pendiente y con obstáculos como escalones formados por el agua, grandes piedras y arroyos. Por eso, se recomienda transitar esta parte en vehículos capacitados como motos, camionetas o bicicletas. Sin embargo, armados de paciencia, y considerando que en muchas ocasiones habrá que transitar a paso de hombre, se puede avanzar en auto común.

Llevar provisiones. Valle Hermoso cuenta con un único camping, ubicado en la costa de la laguna. Se cobra $300 por persona y cuenta con espacios para acampar. Además, hay unos pocos techos de caña con mesas y sillas, pero hay que tener un poco de suerte para encontrar alguno desocupado. El sitio ofrece baños, aunque en un estado polémico. Suele quedarse sin agua y, por ende, las condicione se tornan inhumanas. Además, el lugar cuenta con un salón comedor que, a veces, ofrece menús con comidas típicas de la zona como cordero al disco. Sin embargo, no está bien provisto de bebidas u otro tipo de servicios. Por eso, la recomendación es la de llevar, absolutamente, todo lo que vayamos a necesitar, tanto de comida como de supervivencia.

Calor y frío. Es elemental llevar protector solar. A esa altura y sin ningún tipo de árbol en decenas de kilómetros alrededor, el sol pega realmente fuerte. Debemos estar, permanentemente, untados de crema, aun cuando creamos que estamos resguardados en alguna sombra.

La temperatura, en verano, único momento en que se puede visitar este lugar, es totalmente extrema. La amplitud térmica es considerable y por eso hay que ir preparados para todo. Durante el día, en cuanto el sol se manifiesta, el calor se hace fuerte. Incluso, algunos se aventuran a meterse a la laguna, aun con temperaturas heladas. Sin embargo, por las noches, el termómetro llega casi a cero y resulta necesario abrigarnos con camperas gruesas o encender un fuego en las zonas permitidas.

Un cerro como paredón. Uno de los costados de la laguna de Valle Hermoso, más precisamente, el que está en frente de la zona de acampe, está ocupado por un cerro muy alto. Esto es una gran ventaja, no sólo por el contaste y el paisaje que se genera, del agua contenida por ese macizo, sino, porque éste sirve como pared que nos proyecta sombra en los primeros momentos del amanecer. Así, el sol demora en dar sobre las carpas y nos permite dormir un poco más. Es que, cualquiera que haya acampado a cielo abierto, sabe que, en cuanto el sol da en la carpa, esta se calienta y el calor nos despierta. Algo que ocurre cerca de las 6 de la mañana. En cambio, en este caso, hasta las 8 tenemos sombra.

 

Rating: 0/5.