Se trata de un municipio ubicado en el Distrito Diamante, en la provincia de Entre Ríos. Está comprendido por una localidad con el mismo nombre y un área rural. Tan solo 42 kilómetros la separan de la capital entrerriana y se puede acceder a través de la RN 12. Villa Urquiza, junto con Esperanza (Santa Fe), representan las dos colonias de inmigrantes más antiguas que conserva el país. Sin embargo, actualmente cuenta con aproximadamente 2000 habitantes y es uno de los destinos más elegidos por los entrerrianos de la zona.
Vuelta en el tiempo
Fue fundada por el General Justo José de Urquiza el 1° de septiembre de 1853. Allí, se creó oficialmente la Primera Colonia Agrícola Militar Las Conchas, cuyo núcleo poblacional estuvo a cargo de Manuel Clemente. De esta forma, se instalaron varias familias de soldados que combatieron en la batalla de Caseros y que querían dedicarse a la agricultura. Luego, en 1855, el lugar quedó en manos del coronel Doroteo Salazar, quien arribó con un importante grupo de inmigrantes europeos. Estos huían del hambre y de la guerra de sus países.
Poco a poco, el asentamiento comenzó a poblarse de personas que llegaban de Alemania, Suiza, Francia e Italia. Finalmente, en 1958 el gobierno nacional dispuso que la Colonia Las Conchas se llamara Urquiza. El 7 de septiembre de 1960 fue elevada al rango de villa, denominándosela Villa Urquiza, en honor a su fundador.
A quienes llegaban del exterior, se les daba terrenos para que zanjearan y posteriormente cultivaran con arado de madera. Asimismo, los primeros nativos de la localidad tenían la costumbre de trillar la superficie con animales. De esta manera, realizaban una trilladora con tierra dura y ponían a revolotear los caballos sobre ella, moliéndolo todo. Además, sembraban orientados por una bandera que les indicaba el camino.
Qué ver en Villa Urquiza
Desde finales del siglo XIX e inclusive en la actualidad, podemos encontrar un viejo almacén que recopila anécdotas de época. Es una de las primeras construcciones del pueblo y con el tiempo lo transformaron en el Museo Regional Casa Aceñolaza. Con una arquitectura de estilo neoclásico, abarca una gran casona en forma de L. En su interior, resalta un antiguo banco verde de madera de tres metros de largo que está pegado a la pared.
El espacio solía pertenecer al gobernador entrerriano José Francisco Antelo, pero antes fue propiedad del inglés John Wood. Era un almacén de ramos generales, en el que se llevaban a cabo negocios y trueques. En este sentido, se vendían carretas, trajes, telas, cueros, grasas, sombreros y chambergos, como así también se despachaban bebidas.
Por otro lado, la localidad cuenta con la particular tradición de enterrar a los muertos según su religión. Hay cuatro cementerios que los vecinos lo consideran monumentos históricos, hoy además es un atrayente sitio de interés turístico. Los camposantos son conocidos como el de las hermanas belgas, el católico nuevo, el viejo, y el protestante. Desde la villa sale una excursión con un recorrido que deja el casco urbanizado viajando por calle de tierra dándole toque religioso. El católico viejo y el protestante son de mediados del siglo XIX y por ello su arquitectura realmente es digna de admirar.
Turismo costero
Anualmente, la convocatoria de Villa Urquiza está creciendo de manera exponencial. Son miles los visitantes que viajan al lugar en busca de disfrutar las orillas del Río Paraná con playas de exuberante vegetación. Dicho acontecimiento impulsó el perfeccionamiento de instalaciones, servicios y la organización de diversas actividades para un descanso propicio de la mente. Así, se ofrece la posibilidad de alquilar casas, bungalow y quintas con piletas. Además, existe a disposición un fabuloso camping situado sobre la arena y con la sombra de variadas especies de árboles.
Sobre el rio esta el viejo puerto y un atractivo camino costero donde destaca el monumento al estibador
Argentina, más específicamente de tierras litoraleñas. Nací en Entre Ríos y soy Comunicadora Social. Me especializo en la redacción en todas sus formas e intento crear imágenes mentales a través de las palabras. Melómana y apasionada de la semiótica por las miradas que nos aportan del mundo. La curiosidad siempre me mantiene en movimiento.