Hay algunas etapas en el año en la que estamos saturados y necesitamos un descanso. Queremos un poco de desconexión con el afuera y contactar con nuestros adentros. Y por si no sabías, la provincia de Entre Ríos es uno de los territorios turísticos más elegidos de toda la Argentina. Hay para todos los gustos, desde lugares populares hasta otros pocos habitados e iguales de encantadores. Además, estamos rodeados de naturaleza y de paisajes repletos de diversidad. Pero pocos existen como el Parque Nacional El Palmar, un reino de verde que abarca 8.500 hectáreas en el centro este entrerriano. Se trata de un refugio en el que la flora y fauna conviven en tranquilidad en compañía del río Uruguay.
El sitio fue creado en 1966 con el objetivo de resguardar uno de los últimos palmares de Yatay. El cual fue representativo de los que, hasta fines del siglo XX, prosperaban sobre todo en el oriente provincial. Estamos hablando de una especie autóctona que llega a vivir entre 200 y 400 años, y que decora el ambiente con flores amarillas. Asimismo, ofrece un fruto dulce que suele ser utilizado para la elaboración de licores. Sin embargo, el espacio también se dedica a preservar otros ambientes, como la selva en galería y el monte xerófilo. Además, se ponen a disposición distintas comodidades y servicios al visitante. Entre ellas, hay camping, proveeduría, miradores, playa centro de informes y buenos caminos para transitar.
Que empiece la aventura
Para apreciar El Palmar de la mejor manera posible se puede recorrerlo de dos formas: a pie o en vehículo. Ambas están pensadas para que los asistentes no se pierdan de vista ningún atractivo y gocen de la máxima seguridad. Para ello, existen senderos perfectamente demarcados según la opción. La información al respecto puede obtenerse en el Centro de Visitantes, que paralelamente realiza exposiciones aptas para todo público. Allí, se profundiza más acerca de la naturaleza y la historia del parque, de forma que se comprensa su inmenso valor.