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El Parque Nacional Mburucuyá y sus maravillosos secretos

El Parque Nacional Mburucuyá, en la provincia de Corrientes, es un monumento natural a la biodiversidad. Agreste, imponente y único en su tipo.

Aquellos amantes de la naturaleza en estado virgen, ya tienen un lugar para visitar en Corrientes. El Parque Nacional Mburucuyá es un paraíso único. Son 17 mil hectáreas de puro verde. Un color que debe todo a su alta biodiversidad. En ellas confluyen tres regiones, la chaqueña, el espinal y la selva paranaense.

El Parque Nacional es un mosaico de densos bosques, palmares, pastizales inundables y pajonales que bordean los esteros que cuenta con 111 lagunas. Para llegar a esta perla natural, hay que viajar al noroeste de la Provincia de Corrientes. Allí, a 11 kilómetros de la localidad de Mburucuyá, se encuentra el Parque. La principal vía de acceso es la ruta provincial N° 86 que atraviesa el área por su parte media. De Oeste a Este. Existe, a su vez, otro acceso que bordea el límite norte, por ruta provincial Nº 13 el tránsito a través de esta ruta de tierra, se encuentra sujeto a las condiciones climáticas. Al no existir transporte regular de pasajeros que llegue o pase por las inmediaciones del área protegida, la forma de acceder es con vehículo particular o en servicio de remise, desde las localidades cercanas.

La historia detrás del Parque

Dicen que todo paraíso tiene una bella historia que contar. La del Parque Nacional Mburucuyá comienza con una donación desinteresada. Las tierras pertenecían a una familia danesa, allá por el 1900. Los Pedersen, sus primeros propietarios, siempre se preocuparon por mantener en buen estado los ambientes naturales. Y, a pesar de llevar adelante un establecimiento agropecuario, persistentemente cuidaron de no modificar los bosques y la fauna nativa.

La que una vez había sido tierra guaraní, pasó a los Pedersen. Un 27 de noviembre de 1991, el abogado y naturalista Troels Myndel Pedersen y su esposa Nina Johanne Sinding hicieron algo inesperado. Cedieron a la Administración de Parques Nacionales, las 17 mil hectáreas que actualmente constituyen el Parque Nacional Mburucuyá.

Qué ver

El Parque alberga 27 especies características de la flora argentina. Desde los vistosos palmares de Yatay, hasta las adormecidas plantas acuáticas de los esteros. Si lo que buscás es naturaleza agreste, acá lo tenés todo. La variedad vegetal es infinita y se encuentra en todos lados. Pasear por el bosque generalmente no es una opción para el visitante, ya que el camino está frecuentemente tapizado con densos caraguatales (pajonales).  

Más allá de la vegetación, El Parque Nacional Mburucuyá conserva también varias especies animales en peligro de extinción como el Aguará Guazú, que es un zorro de patas largas, el lobito de río y los yacarés negro y overo. En sus aguas habita el 81 por ciento de todas las especies de peces de los Esteros del Iberá. Además, en las costas, riachos y lagunas se pueden observar los yacarés y los reptiles. En el aire, vuela el 75 por ciento de todas las aves clasificadas en la provincia de Corrientes.

Qué hacer

Dentro del Área del Parque, existen diversos senderos que permiten al visitante disfrutar del contacto con la naturaleza en primera persona. El Sendero Peatonal Che Roga, invita a transitar por palmares jóvenes, montes de laurel y diversas lagunas. Es un recorrido de 4.4 kilómetros con una duración aproximada de 2 horas y media. Su dificultad es media y el horario máximo de ingreso es invierno, 15:00 y en verano, 17:00. El Sendero Yatay, ofrece al turista un punto panorámico por excelencia en el que se avistan palmares de gran altura. Es un recorrido de 6.6 kilómetros de 3 horas de duración. Su dificultad es media, y con alta exposición solar. En el Sendero Tapé Porá, se cuenta la historia del Parque Nacional en su época de estancia agropecuaria. Es una hora de caminata apto para todas las edades.

El lugar, además cuenta con una opción más que interesante para los fanáticos de lo agreste. Un camping con ingreso libre y gratuito. Los valientes que decidan pasar la noche en el Parque, deberán tener en cuenta que el lugar no cuenta con duchas ni agua potable. Tampoco, servicio de proveeduría, por lo que deberán realizar las compras en el pueblo más cercano. Así es el Parque Nacional Mburucuyá, ¡toda una aventura!

Para tener en cuenta

En temporada estival, cuando las lluvias son frecuentes, tené en cuenta consultar el estado de los caminos con la Intendencia del Parque previo a tu visita.

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