Habitaciones inmersas en espacios verdes, con amplias galerías y frescos patios, las tradiciones familiares que se mantienen intactas y son compartidas por los huéspedes que hasta ellas llegan. Por otra lado el gaucho correntino, verdadero anfitrión de la provincia, un diestro jinete, hábil en doma y manejo del lazo. Este personaje típico hace un amigo de culto al mate y al chamamé, la típica música del litoral. Las tradiciones y costumbres de las familias permanecen intactas, por eso recomendamos tres lugares exclusivos para quedarse.
Pirá Lodge, Iberá
El Parque Nacional Esteros del Iberá (del idioma guaraní, que significa "agua clara") es uno de los reservorios de agua dulce más importantes del mundo por estar clasificado como el segundo humedal más grande del planeta después del Pantanal en Brasil, que también es enorme. El área incluye más de 12 mil kilómetros cuadrados de esteros, arroyos cristalinos, aguas poco profundas y estanques. Este Lodge, en la provincia de Corrientes, está ubicado estratégicamente en la región y es ideal para los amantes de la pesca con mosca. Un rico hábitat donde confluyen los ecosistemas de los esteros y el río Corrientes. Aquí el Dorado es el rey.
El Pirá Lodge fue construido con exquisito estilo y orgullo correntino y ofrece espectaculares vistas panorámicas de los vastos humedales. Tiene capacidad para 10 personas en cinco habitaciones de lujo, cada una con su propia entrada, baño privado, dos camas dobles, ventiladores de techo y aire acondicionado. Un edificio separado, conectado por pasillos cubiertos y patios al aire libre, alberga la espaciosa sala de estar, el bar y el comedor, cada uno con puertas altas que conducen a la amplia terraza. Pirá Lodge fue diseñado por arquitectos galardonados para respetar la elegancia regional tradicional y ofrecer todo el confort y el lujo de un hotel moderno. El lugar impone relajarse y disfrutar, disfrutar de un cóctel en cualquier momento y refrescarse en la piscina al aire libre después de un gratificante día de pesca.
Torre de Guayiabí, Mercedes
Este alojamiento es claramente diferente. Con una personalidad singular. Solo se tiene que estar ahí para darse cuenta. La atmósfera circundante del lugar lo dice todo. Una zona de una época diferente como los habitantes de esas tierras sabían vivir. Donde el tiempo vuelve a ser vital y se reconoce que la vida es el presente. La estética del hospedaje despierta los sentidos más inesperados del visitante. La piedra de basalto, del corazón de la tierra, la madera en abundancia y una biblioteca con libros a montones, que juntos dan al lugar una magia muy especial.
El huésped lo sentirá en todo momento. Las amplias habitaciones con una estética que invita a la alegría de vivir. También cuenta con tres suites donde el lujo impresiona. Una de ellas está hecha completamente de piedra y tiene un aire medieval. Suelos de madera, cortinas de lino belga, dos camas dobles crean un espacio agradable, sólido pero aireado. El desayuno está a la altura del dicho "desayuné como un rey". Las comidas son expresión del buen vivir, siempre al gusto del visitante. En muchos sentidos, el huésped se sentirá en un lugar diferente. En otro mundo, literalmente.
Dirección: Ruta Nacional 123, Km 128, Mercedes
Ypa Sapukai
Ypa Sapukai en guaraní significa “El grito de la Laguna”, y con ese nombre se intenta transmitir el sentimiento más intenso y profundo a quienes la visitan: el grito de la naturaleza en su máximo esplendor. A lo largo de los sendas, navegando por los esteros, o simplemente paseando por la estancia, todos los sentidos fluyen, trayendo a la superficie la experiencia de pleno contacto con la vida natural y salvaje. Por eso, desde Ypa Sapukai, se acompaña esta experiencia brindando toda la hospitalidad y sencillez correntina, rescatando y reviviendo el espíritu de la región.
La posada se encuentra a escasos metros de la Lagunas del Ibera, inmersa en un bosque de flora autóctona que ofrece en cada rincón un entorno ideal para el descanso, el descubrimiento y el contacto con la naturaleza, donde el canto de los pájaros permite compartir un lugar por demás tranquilo. Con la idea de la exclusividad y tranquilidad de los huéspedes la gran casona, solo cuenta con cinco habitaciones decoradas de manera acogedora. Todos ellas tienen acceso directo a través de la galería, lo que con solo abrir la puerta se disfruta del parque en el momento que se quiera. La galería recorre el perímetro de la casa y se comunica con el comedor. Allí se sirven todas las comidas caseras preparadas por manos correntinas.
Ahí también está la sala de estar, que simplemente invita a contemplar un libro o tomar una copa junto a la chimenea. Nada más reconfortante después de un largo día de actividades. En el parque hay una piscina y reposeras para refrescarse en los días calurosos. Para adentrarte en los esteros un guía especializado lleva a los pasajeros por los diferentes circuitos de la laguna, para conocer el secreto que la naturaleza tiene para ofrecer en todo esto. Claramente un lugar único, que invita a compartir en familia.
Dirección: Mburucuyá Entre Guasuvirá y Capivara, Colonia Carlos Pellegrini
Periodista desde 1988, especializado en turismo. Escribe para medios gráficos y digitales de nuestro país y el extranjero. Fundador de LOS CABRERA Comunicación.