En Córdoba Capital decidimos homenajear a una de las comidas más deliciosas, prácticas y tradicionales de Argentina. Se trata de un plato que tiene muchas versiones y nació en Italia. Sin embargo, es de todo el mundo. El amor por la pizza invadió el planeta y todos la amamos, por eso en la provincia del fernet y la birra, las bebidas ideales para acompañar esta receta, decidimos hacerle un museo. Se trata de un espacio en el que se exponen los distintos elementos que se utilizaban antiguamente para elaborar muzzarellas, fainás y otras especialidades relacionadas con el arte de la pizza.
El origen
Este particular Museo funciona en la tradicional Pizzería “Don Luis”, creada por el siciliano Don Miguel Iudicello que comenzó a funcionar en el año 1952. En sus comienzos se ubicaba en la esquina de las calles 27 de Abril y Obispo Trejo, pero años más tarde se trasladó en 1956 al local de la Av. General Paz 338, donde se encuentra actualmente. Allí, ya fueron cocinadas más de 35 millones de porciones, desde el año 1952 hasta la actualidad. La iniciativa del proyecto de museo fue del dueño del local, Don Pedro Iudicello. A la idea se sumó la Subsecretaría de Cultura, dependiente de la Municipalidad de Córdoba, para impulsar el espacio.
Qué hay acá
En este Museo se pueden observar delantales de época, con firmas de personajes reconocidos de la ciudad, cuadros, fotos, un tanque y la serpentina que generaba agua caliente al local, la histórica bicicleta de reparto, entre otros elementos de valor histórico. No solo para el pasado cordobés y del local particular, sino para la cultura argentina. Uno de los atractivos más llamativos es una bolsita negra de aluminio, usada por los astronautas de la Nasa para alimentarse cuando viajan al espacio, que contiene pizza disecada. Esta bolsa fue obsequiada al Museo por el Sr. Roberto Roca, un mendocino que actualmente trabaja en la Nasa y siempre visita la tradicional Pizzería, en su paso por Córdoba.
Entre estas preciadas piezas, también figura la antigua pala de madera, el horno, un ordenador de cuchillos, las tablas de corte con tapa de aluminio y una balanza. Elementos que nos transmiten las voces del pasado y nos cuentan historias de no olvidar. Además, destapadores y viejas botellas de las recordadas Bidú Cola, Crush, cerveza y ginebra.
También hay que mencionar que, en la Pizzería Don Luis es el Museo de la Segunda, inaugurado en el año 2006. Se encuentra en el ingreso al local y allí pueden verse objetos de ex deportistas, músicos, humoristas y gremialistas famosos de Córdoba, entre ellos, libros de Agustín Tosco, pinceles de Antonio Seguí, los botines que usaba Daniel Willington, el pañuelo de Cristino Tapia, el sombrero del “Sapo” Cativa y el moño que se colocaba Ciríaco Ortiz. Un impresionante acervo cultural que nos invita a ejercitar la memoria y conmovernos hasta las lágrimas.
Un poco de historia
Los Iudicello eran inmigrantes sicilianos que llegaron buscando un refugio después de la Primera Guerra y se radicaron en Córdoba. Sin más herramientas que la esperanza de salir adelante, fieles a sus tradiciones, se dedicaron a la fabricación de pizzas. Así dieron origen a lo que, con el paso de los años, se constituyó en uno de los símbolos de los cordobeses: la pizzería Don Luis. Medio siglo después, las nuevas generaciones de los Iudicello no tuvieron mejor idea que rescatar los elementos de trabajo de sus ancestros y crear el primer Museo de la Pizza que, según ellos, es "único en el mundo".
El heredero, Pedro Iudicello, fue el promotor de esta iniciativa con el objetivo de rescatar todos los elementos que perduraban desde los inicios de la actividad gastronómica. Fue así que decidió destinar el 30 por ciento de la "cuadra" que ocupa la pizzería, en pleno centro de Córdoba, para exhibir todo tipo de antigüedades relacionadas al rubro gastronómico. La idea original del museo surge para que no se pierdan estos gratos recuerdos que atesora la pizzería, cuyo nombre fue impuesto en honor al primer maestro, el austríaco Luis Gavrigelcich, en 1952.
Agregó que por el lugar desfilaron innumerables figuras de distintos ámbitos, entre ellas el cantor de tangos Alberto Castillo, a quien designaron como padrino. "Nuestra pizzería guarda un mosaico de la identidad cordobesa, de su música, su humor, su trabajo, sus luchas y el fútbol", agregó.
¡Vamos a visitarlo!
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.