Entre un embalse, posadas, estancias y caminos temáticos, nace Cruz del Eje. Una localidad pequeña, pero con miles de atractivos. Es la amada por los cordobeses y supervisitada por personas de todo el mundo. Es que su diversidad la hace única. Su principal atractivo es el Embalse de Cruz del Eje. Es la joya del lugar, el más codiciado por pescadores y amantes de los deportes náuticos. Sin embargo, este lugar nos ofrece mucho más.
La tradición olivícola de Cruz del Eje enamora a todo visitante. Y le deja, a cada uno, un sabor único. Pequeños productores y fábricas a gran escala se desenvuelven en este sector de la ciudad. Y, por supuesto, ofrecen tours y productos a todo el que quiera.
La Isla de Los Patos y el Balneario Municipal son lugares clave para pasar el día en familia. A sus alrededores se prestan todos los servicios para vivir momentos únicos. Y sin que te falte nada. Además, miles de caminatas y travesías se pueden realizar en los bosques de estas tierras.
Un poco de historia
El casco céntrico de Cruz del Eje nos muestra un poco de la historia del pueblo cordobés. Edificios históricos, museos y la plaza nos acercan al pasado. Además, un punto clave para visitar es la Estancia Jesuítica La Candelaria. Es una de las mejores de Córdoba. Su estado es muy parecido al original, debido a que siempre se priorizó su conservación. Por eso, es una visita que no te podés perder si andás por esta zona.
Otra estancia llamativa es la Posada Estancia Siguiman. Es de estilo colonial, construida en la segunda mitad del siglo XVIII. Una visita guiada por este lugar es un regalo al alma. Por eso, no podés dejar de visitar Cruz del Eje. Un punto estratégico, ya que desde allí se pueden visitar miles de lugares paradisíacos más.
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.