A veces, viajar por el país no solo nos lleva a descubrir paisajes maravillosos: a veces podemos sentir que estamos directamente en otro planeta. Algo así sucede en el Campo de Piedra Pómez, en la provincia de Catamarca, un “mar de piedras” que sorprende y alucina.
Ubicado a 63 km de Antofagasta de la Sierra, a 10 de El Peñón y a 220 de Belén, se trata de una enorme extensión donde sobresalen grandes formaciones de piedra pómez. Con una mirada rápida, parece un mar de rocas blancas y crestas rosadas, ocre y amarillas, que llegan a superar los 50 metros de altura, situadas entre inmensos médanos blancos y siluetas de volcanes.
Son más de 5 mil formaciones rocosas en una extensión de 25 km de largo. Esta área es testimonio directo de la intensa actividad volcánica que tenían los Andes hace millones de años. Fueron el viento y la lluvia los encargados de tallar las distintas formas para crear estas impactantes esculturas naturales. Un pedacito de Catamarca que no muchos conocen, pero que sin dudas vale la pena hacerlo.
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.