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Kayak en Península Valdés

La península Valdés posee innumerables experiencias para disfrutar, la menos conocida es hacer kayak en las aguas de los dos golfos.

Kayak entre la mayor población mundial de ballenas francas del sur, así como lobos y elefantes marinos, pingüinos aves marinas es una experiencia única. Se está en contacto con la fauna marina a su misma altura, en su propio ambiente. Al mismo tiempo el horizonte de la costa deja apreciar la vasta estepa, los escarpados acantilados y unas puestas de sol mágicas desde una perspectiva diferente. En una de las salidas se acampa bajo los cielos estrellados de la Patagonia Argentina.

 

Razones para hacer kayak en la Península Valdés

Quien viaja a la Península Valdés es para llevarse en las retinas y el corazón a la vida silvestre, y hacerlo en un kayak no hay mejor manera para vivirlo. Las ballenas nadarán entre el visitantes, las suaves olas que dejan al sumergirse producen sensaciones indescriptibles. A veces el cetáceo se acerca y se produce un intercambio de miradas mientras se balancea el kayak.

Los viajes de un día son para aquellos que desean saber de qué se trata, son ideales para para principiantes ya que no se requiere experiencia. La otra opción es pasar unos días remando a lo largo de la costa, lejos de los asentamientos y los caminos, acampando en playas solitarias.

 

Kayak de un día por la Península de Valdés

Todo inicia cuando el guía le entrega el remo al turista y comienza a caminar por una playa que cruje por las piedras. La belleza de un viaje de un día es que se va directamente a la acción. Los expertos guías conocen los mejores lugares para encontrar lobos marinos y ballenas, y el turista pasa el día navegando suavemente a través del agua en compañía de la vida silvestre. Esta salida se puede combinar con snorkeling con lobos o visitar la colonia de pingüinos de la Estancia San Lorenzo.

 

Kayak de varios días

Esta salida es de total desconexión ya que hay muy pocos asentamientos bordeando las costas de la península. De inmediato desaparece toda vista de un ser humano, salvo el guía. Tomarse unos días para remar alrededor de la península significa salirse de lo común, llegar a playas secretas, y darse una oportunidad aún mejor de avistamientos variados de vida silvestre.

Este es un viaje de aventura en su mejor momento, llegando con el kayak a una playa aislada por la tarde, estableciendo un campamento a tiempo para ver la puesta de sol brillar con las siluetas de las ballenas en el agua. El sonido de las olas, y el resoplido de las ballenas son el mejor de los arrullos.

Cada día se reman entre 10 y 15 kilómetros. Se sale del Campo 39 a pocos kilómetros de Puerto Pirámides. Por la mañana la idea es comenzar a adecuarse al medio y al equipo. La primer parada es en Punta Conos donde se almuerza. Luego de un descanso se sale nuevamente, se reman unas dos horas hasta encontrar una plaza agreste y armar el campamento y disfrutar de una maravillosa puesta de sol y una deliciosa cena. En esta zona es posible observar ballenas desde el kayaks y desde la orilla.

Al día siguiente, después del desayuno se desarma el campamento, y se zarpa hacia la zona de la ensenada San Andrés, en la zona cercana a la playa Fracasso. Aquí es donde estaba un fuerte español, se observan ruinas. Después de parar a almorzar en la playa, se sigue el acantilado hasta la bahía Encantada donde se instala el campamento, después de estirar las piernas se caminan por un acantilado para tener una vista panorámica del Golfo San José. Esta zona también es una de las mejores para ver ballenas cerca de la costa.

Después del desayuno y desarmado del campamento se realiza una última vuelta a la playa Villarino, pasando por una colonia del lobos marinos, donde los animales no tienen ningún problema en sumergirse en el agua para saludar a los viajeros.

Crédito de las fotos: Juani Dominguez

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