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Paseando por la Ruta del Adobe, un circuito cargado de grandes bellezas en Catamarca

Un recorrido lleno de cultura e historia que permite descubrir increíbles construcciones de adobe en uno de las zonas más bellas de la provincia de Catamarca.

La Ruta del Abobe es un bello circuito cargado de grandes bellezas en Catamarca. Estas tierras se encuentran recubiertas de cultura e historia y transitar por ellas es un viaje al pasado que permite descubrir las ruinas precolombinas, sus hermosas capillas coloniales y visitar bodegas y pueblos mágicos. En esta oportunidad te contamos todo lo que necesitas saber de este increíble recorrido.

El circuito turístico comienza en Tinogasta, una región del oeste catamarqueño poblada desde hace más de 8000 mil años por comunidades aborígenes como los abaucanes, sahujiles, pituiles, huatungastas, mayupucas y fiambalaos. Su nombre proviene de un vocablo indígena que significa “Junta o reunión de los pueblos” y se encontraba gobernada por un cacique hasta la conquista de los españoles. Se encuentra ubicada sobre la RN60, muy cerca de la RN 40, y a 271 kilómetros de la capital de Catamarca.

Es un apasionante recorrido de 50 kilómetros que comprende Tinogasta hasta la entrada de Fiambalá y fue declarada como Patrimonio Histórico y Cultural de Catamarca el 4 de julio del 2011 a través de la Ley Provincial Nº 5.326. Fue bautizada como “La Ruta del Abode” porque sus principales edificios, y la mayoría de las viviendas familiares, se encuentran en un buen estado de preservación y fueron construidas con adobe sólido lo que le otorga un aspecto estético turístico y digno de admirar.

Entre sus principales construcciones destacan: Oratorio de los Orquera, la Iglesia de Andacollo, Nuestra Señora del Rosario, Iglesia de San Pedro y Ruinas de Batungasta o Watungasta. También destacan la Comandancia de Armas y Residencia Mayorazgo de Anillaco.

La mejor época para visitarla es durante las estaciones de primavera y otoño ya que cuenta con un clima muy agradable durante el día y fresco de noche, además llueve muy poco. Otra estación recomendada es el invierno, ya que no hay precipitaciones y en la zona se puede disfrutar de un sol radiante por la mañana.

En esta oportunidad te compartimos dos excelentes opciones que no podés dejar conocer si haces un paseo por la Ruta del Adobe.

El Oratorio de los Orquera

Tiene sus orígenes en el año 1740 y fue construido por Doña Manuela y Martina, quienes llegaron desde el Alto Perú y luego de casarse decidieron edificar esta pequeña capilla familiar. Junto a la casa funciona un Museo donde se muestran los elementos que eran utilizados por antiguos moradores del lugar.

Se trata de una construcción única que sufrió mínimas modificaciones ya que supo conservar, a través de los largos años, muchos de sus materiales originales. Una de las imágenes más valiosas de esta preciosa capilla es un óleo que retrata a la de la Virgen María y el niño Jesús. El oratorio fue construido con una sola pieza de adobe y sus paredes tienen 70 centímetros de espesor. El museo muestra diferentes elementos que usaban los habitantes del pueblo. Para los adultos es un volver al pasado en el recuerdo, para los niños es ver como se vivía el siglo pasado.

Iglesia de Nuestra Señora de Andacollo