Buenos Aires misteriosa apasiona desde las alturas o bajo los pies. Desde la terraza del moderno edificio de Moreno 550 se aprecian las cúpulas que levantaron la Nación, desde La Boca a Puerto Madero. A metros de la Casa Gobierno, un solar preservó los días de los hombres y mujeres desde las manos guaraníes y negras que trabajaron en la Colonia y los vientos punzó de Juan Manuel de Rosas y la gobernación de Buenos Aires antes de la fundación de La Plata. Tres veces por semana el Instituto de Investigaciones Históricas de la Manzana de las Luces, con el auspicio de la constructora Estudio Kohon, realizan la visita guiada al Sitio Arqueológico La Cisterna y El Mirador. Nueva actividad cultural que se transformó en imán dentro de las numerosas propuestas en la primera zona de Protección Histórica, impulsada por la visión de futuro del arquitecto José María Peña en la dirección del Museo de la Ciudad, a fines de los setenta. Turistas y vecinos con sus paseos culturales completan la huella plateada que no podría resultar enterrada ni derribada. La senda verdadera que hizo Buenos Aires de cuentos y fábulas.
Platos, botellas, azulejos y demás utensillos cambiaron los planes de la desarrolladora Kohon en 2018, que decidió ante semejante tesoro histórico, patrimonio de los argentinos, convocar a un equipo interdisciplinario, de arqueólogos, arquitectos patrimonialistas, historiadores y profesionales especializados en consolidación y restauración de la cisterna. Ellos supervisaron la excavación de la estructura y del rescate del material asociado. Vajilla inglesa con inscripciones de la Santa Federación del rosismo, descartadas en los saqueos posteriores a la batalla de Caseros, casi intactas botellas de la casa de perfumes Dissey et Piver, fundada en París en 1774 como otras de extraños venenos. Entre las 5 mil piezas halladas en 1500 metros cuadrados vieron la luz no solamente en la cisterna principal de 8.30 metros de diámetro –construída hacia fines de 1850, parcialmente destruida durante la obra del nuevo edificio- sino además en los cuatro pozos de balde, las dos cisternas menores, los cinco pozos ciegos, tres pozos de basura, una letrina y una olla de descarte. El futuro Museo de Sitio Arqueológico de La Cisterna albergará estos tesoros nacionales en la calle Moreno, una vez que concluya la catalogación iniciada en 2019 por catedráticos y patrimonialistas de La Plata y Buenos Aires, con el aval de Patrimonio del ministerio de cultura porteño.
Por el Museo de Sitio Arqueológico La Cisterna: polaroid de vida cotidiana de cuatro siglos
La guía de la Manzana de las Luces, la arquitecta Karina Balice, adelanta detalles de la visita a la propiedad que habitó Encarnación Ezcurra, la brava mujer de Rosas, y quien organizó la famosa asonada de Los Restauradores en 1833, que consagraría a su marido en la gobernación por casi veinte años. La Evita de Rosas y su tiempo. “Gracias a que existió un estacionamiento por 30 años se conservó la cisterna”, remarca la especialista en turismo cultural, “la constructora en 2018 nos invita a sumar la Cisterna a nuestra recorrida tradicional por la Manzana y el Colegio Nacional. Es muy gracioso porque me paraba para hablar del edificio Otto Wulff (1914) de Perú y Belgrano hace diez años, tapado, y ahora, que lo observo, desde acá cuento por ejemplo la vida de Rafaela Vera Mujica –la célebre santafesina Virreina Vieja, esposa del Virrey del Pino- o las invasiones inglesas. Es un 360 único de la ciudad en un único piso 15”, recalca. Y alegre de que hoy se disfrute gratuito de un nuevo sitio arqueológico en Buenos Aires, como otros cercanos del estilo del Ex Paseo Belgrano de Bolívar al 300, espera que se restituyan las piezas extraídas a fines de investigación por los arqueólogos urbanos a cargo de Ana Igareta.
P: ¿Por qué estos recorridos se enmarcan entre las acciones del instituto de la vecina Manzana de las Luces?
Karina Balice: Porque una de las misiones es conservar y difundir el patrimonio de la Manzana y alrededores. Moreno 550 se halla justo a la vuelta. Pensemos que en la Manzana funcionaba la Legislatura y acá la Casa de Gobierno durante buena parte del siglo XIX . - N.dR: El Fuerte, hoy Casa Rosada, no era una opción ya que aseguran los contemporáneos que las ratas eran un problema insoluble-.
P: ¿Qué cosas se podrán encontrar en el futuro Museo de Sitio, hoy en construcción?
KB: Maravillas. Tené en cuenta las dos docenas de platos que se encontraron con la leyenda rosista de “Santa Federación”, cuando hasta el momento del descubrimiento sólo existían dos. Es un patrimonio que ilustra la vida cotidiana de los porteños como pocos. Talaveras españolas, lozas estampadas británicas del XVIII, bacinillas de finas estampas, que son una síntesis de la loza en Buenos Aires y una polaroid de las familias patricias que habitaron allí.
La Historia Nacional a la cabeza
P: ¿Incluyen Manzana de las Luces en el paseo cultural?
KB: A partir de las 17. Todo es con reserva previa. Y nuestro anhelo, además que los visitantes lleven el álbum de fotos exclusivo de nuestra historia, es que se arme una comunidad. Tenemos personas que han hecho la visita con el casco de obra, allá en 2018 cuando se podía bajar a ras de la gran cisterna, y vuelven a reencontrarse con el sitio, ahora con la chance de ascender quince pisos. Somos una comunidad de amigos de la Cisterna. Es la manera que se mantienen vivos y protegidos los espacios históricos.
P: ¿Por qué es único el 360 en la terraza de Moreno 550?
KB: Tenés las cinco cúpulas de Bencich, de Virasoro, el Banco de Boston, las iglesias más antiguas y mucho más. Hasta se ve a la cancha de Boca y el Río de la Plata de manera espectacular. En un abrir y cerrar de ojos se transforma en el sueño de cualquier historiador y urbanista ¡Vengan con gorrita y preparen la cámara!