5 actividades clásicas de Mar del Plata

Clásico de clásicos, la ciudad de Mar del Plata es un infaltable de la Costa Atlántica: todos deberían ir al menos una vez en la vida. La variedad de actividades que se pueden realizar allí es abrumadora (y la cantidad de gente en temporada, a veces, también). Es cuestión de encontrar nuestro espacio y organizar las vacaciones en función de nuestros gustos.

Hoy queremos contarte 5 actividades clásicas para hacer en Mar del Plata este verano.

1. Por supuesto: ir a la playa

Algo destacable de Mar del Plata es que tiene playas para todos los gustos. Las de centro son las más concurridas, ideales para aquellos a quienes les gusta estar rodeados de mucha (muchísima) gente. Más cerca de La Perla, en cambio, están un poco menos llenas. Allí suelen parar los propios residentes de la ciudad. Para los que prefieren las playas más retiradas, también las hay, pasando el puerto y fuera de la ciudad.  

2. Caminar por La Rambla y… ¡sacarse una foto con los lobos marinos!

Es una tradición: algunos tenemos fotos con los lobos marinos de La Rambla en distintos momentos de nuestra vida, y cualquiera que visite la ciudad debería tener la suya. Por allí se encuentra también el actual NH Hotel Provincial, en el edificio diseñado por Alejandro Bustillo. Cuando baja el sol, la zona se llena de espectáculos callejeros muy concurridos.

3. Ir al teatro

En el verano, el teatro se traslada a Mar del Plata. La oferta de espectáculos teatrales es muy grande, y hacia allí van a hacer temporada las grandes estrellas. Hay para todos los gustos: desde obras a la gorra hasta otras más caras en los grandes teatros.

4. Recorrer las calles comerciales

Mardel está llena de calles en las que es posible dar un paseo y mirar vidrieras. La más tradicional y popular es la peatonal San Martín, en el centro. Durante la noche, otras calles cercanas se convierten en peatonales y se llenan de espectáculos callejeros. En la calle Güemes hay un paseo comercial donde se instalaron locales de marca, casas de diseño y cafés.

5. Comer en el puerto

Otro clásico es realizar un paseo por el puerto, caminar cerca de los barcos de pescadores y tratar de ver a los lobos marinos. La excursión termina con una comida recién salida del mar en alguno de sus restaurantes.