¿Comes por hambre o ansiedad?

La próxima vez que estés en medio de "un ataque por algo dulce" preguntate...¿tengo hambre de verdad? (duele el estómago y hace ruidos, el cuerpo te está pidiendo que le ingreses más "combustible"). En este caso la necesidad de comer es biológica y casi que da lo mismo satisfacerla con cualquier comida.

En cambio si utilizamos la comida para manejar emociones (tristeza, alegría, estrés) o sensaciones (cansancio, etc.) lo que se busca es un comestible específico "el cuerpo me pide algo dulce... necesitaba comer eso salado... no puedo irme a dormir sin comer chocolate". No duele el estómago ni hace ruidos. En estas situaciones, la comida pasa de cumplir una necesidad fisiológica a calmar un estado emocional, y esto puede en muchas personas contribuir al aumento de peso (junto con otros factores).

Para las personas que están cuidando su peso o en tratamiento para perderlo, es muy útil que antes de comer se pregunten..."¿tengo hambre o es ansiedad?"

Los expertos en Nutrición sugerimos que no se manejen emociones a través de las comidas, porque se crean vínculos adictivos con ésta. Siempre es más saludable enfrentar una emoción y manejarla a través de técnicas para el manejo del estrés: meditación - yoga - relajación - respiración consciente - llamar a un amigo - ducha relajante, entre otros. Quizás solo estábamos cansados y queríamos corregirlo con comida; en ese caso, una cortita siesta es lo ideal, si está dentro de tus posibilidades.