Los adultos más entrados en años lo recordarán a la perfección. Los más jóvenes y adolescentes, apenas tendrán un recuerdo. Pero los niños ni siquiera saben que existieron, alguna vez, los números telefónicos sin el 4 al principio, es decir, a la izquierda.
No obstante, es cierto que hay una realidad insoslayable que no podemos ignorar. Algunos niños ni siquiera saben que existe el teléfono fijo. Sin embargo, a la mayoría de la población le generará hasta cierta nostalgia el hecho de recordar su antiguo número telefónico. Ese que le pasabas a la chica o al chico que te gustaba. Ese que marcabas en el teléfono público cuando llamabas al 19 por cobro revertido y tratabas de dar el mensaje en el momento donde la voz automatizada pedía que dieras tu nombre, cortando apenas terminabas de decir, por ejemplo: “Venime a buscar”. Claro, así, la llamada no alcanzaba a generar costo y entonces llamabas “gratis”.
Esas son solo algunas anécdotas que los más memoriosos recordarán de los tiempos en donde los teléfonos empezaban con cualquier número. Pero un día todo cambió, los números se volvieron relativamente parecidos porque, al menos, compartían el 4 inicial.
Historia del 4 entrometido
Hoy podemos advertir que todos los números de celular empiezan igual, con el famoso 15. Sin embargo, en aquella época (finales de los 90), donde la tecnología y las computadoras recién se estaban instalando en la sociedad, parecía muy complicado todo cambio que hoy, seguramente, resulta una estupidez. Ese es el caso de anteponer el número 4 a los números de teléfonos fijos.
El 23 de julio de 1998 se anunció formalmente que, a partir del 24 de enero del 99, todos los números de la telefonía fija tendrían que anteponer el 4 a la numeración. Por eso, desde el 23 de julio de 1998 empezaron las preocupaciones de los argentinos, sobre todo de aquellos comerciantes o particulares que tenían que reimprimir sus tarjetas personales, carteles, vidrieras, anuncios radiales, publicidad y todo elemento donde figurara su número de contacto telefónico. La explicación que entonces dieron las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones fue que la disposición permitiría agregar más líneas y atender la demanda de telefonía fija, que estaba creciendo exponencialmente.
Desde principios de 1999 hasta el día de hoy, el 4 vive entre nosotros. Salvo en algún cartel perdido de un olvidado almacén en un recóndito barrio donde, todavía, puede leerse el número de contacto sin el 4 a la izquierda.
Argentino, mendocino. Licenciado en Comunicación Social y Locutor. Emisor de mensajes, en cualquiera de sus formas. Poseedor de uno de los grandes privilegios de la vida: trabajar de lo que me apasiona. Lo que me gusta del mensaje escrito es el arte de la imaginación que genera en el lector. Te invito a mis aventuras.