Durante mi infancia y parte de mi adolescencia, viví en una casa chorizo, un estilo de vivienda muy común en el comienzo del Siglo XX. La puerta de calle tenía una aldaba de bronce con forma de mano sosteniendo una bola. Era el llamador, pero no era eficaz porque solo se escuchaba desde una corta distancia. Se solucionaba con un timbre que funcionaba con 3 grandes pilas, de unos 25 centímetros de altura, ubicadas en una caja de madera, distante unos 15 metros del timbre. El sonido era irregular y discontinuo. En el zaguán se encontraba el medidor del gas, que era visitado mensualmente por un empleado uniformado, que recogía el agua acumulada, con intenso olor a gas. El vestíbulo, con piso de mosaicos y una vidriera de vidrios translúcidos con decoración Art Nouveau. Un perchero de madera con espejo y espacio para colocar paraguas, abrigos y sombreros. Una sala al frente con dos balcones a la calle y una habitación, muy oscura, daban al vestíbulo. En el primer patio, una cocina de la Compañía Primitiva de Gas, dos habitaciones de 4 x 4 metros y una de 4 x 6 metros. Un pasillo techado conducía al segundo patio con dos habitaciones de 4 x 4 metros y una cocina grande a carbón. Sobre ella, una pieza pequeña, a la que se accedía por una escalera metálica. Finalmente, el patio del fondo, con una habitación pequeña, dos baños, un piletón para lavar la ropa y tres cocinas pequeñas de madera, que funcionaban con carbón. Un níspero y un Jazmín del País trepaban por la pared del fondo. Todas las habitaciones grandes, tenían sótano. En esa casa habitaban 17 personas configurando 6 familias que, ante determinadas circunstancias, eran una sola. El respeto hacia el otro, la convivencia pacífica, la solidaridad ante situaciones imprevistas o difíciles, o la comunicación amistosa y cordial, fueron factores dominantes en la vida cotidiana de esa casa.
Soy Odontólogo, Médico Oncólogo y Periodista Médico. Fui Presidente del Primer Congreso Internacional de Periodismo Médico. Actualmente integro la CD de SAPEM (Sociedad Argentina de Periodismo Médico) con sede en la Asociación Médica Argentina. Enamorado de la ciudad de Buenos Aires, registré en el Blog "El Buenos Aires que se fue", personajes, viñetas y hechos ocurridos en la primera mitad del Siglo XX. Trabajé en Radio Nacional en la producción y conducción de los programas "Salud, Periodismo en Acción" y "De todo un poco y de aquello, también". En 97.9 Cultura: "Salud, Periodismo en Acción", "Música, Recuerdos y Algo Más" y "Tango y Cultura Porteña". Este último nominado al premio "Faro de Oro", como mejor programa cultural.