¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la sección¿Por qué nos gusta tanto La Atalaya? Las medialunas son, como máximo, aceptables, y casi siempre la espera es terrible (vamos todos a la vez, en cada cambio de quincena). ¿Será porque sentimos que vamos entrando en clima para las vacaciones que se vienen, donde vamos a tener que esperar hasta en el carrito de las garrapiñadas? ¿Cómo puede ser que nos guste tanto amucharnos, estar uno encima del otro, enterarnos de qué almorzó el de al lado al olfatearle el aroma que le sale de la boca? ¿Quién no se espanta cada vez que ve una foto aérea de la Bristol en enero? ¿Hay algo más estresante que esa imagen? Bueno, sí: hacer cola para cualquier cosa. Pero parece que un poco nos gusta.
En realidad, lo que habría que preguntarse, lo que de verdad es llamativo, es: ¿cómo se organiza el dueño de la Atalaya? ¿Cómo se hace para armar una estructura que un fin de semana vende siete docenas de medialunas y el siguiente trescientas? ¿Cómo se calcula eso? El día anterior al cambio de quincena, ¿dónde las mete? ¿Qué hace con las que sobran? ¿Empanadas de medialuna? Quizás sea ese el secreto mejor guardado de La Atalaya. Lo que yo me imagino es un depósito inconmensurable lleno de medialunas, una especie de “paraíso de la medialuna”. Qué lindo lugar, ¿eh? Algún día me gustaría conocerlo.
Fecha de Publicación: 19/04/2018
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónNo hay comentarios
Comentarios
Una plantita que tiene su simbolismo y tradición en las costumbres argentinas. Sobre todo, cuenta co...
Te hacemos el top 5 de los casos más polémicos y aterradores de Argentina. Algunos de ellos hasta ti...
Conocé cómo llegó esta chef oriunda de San Lorenzo a cocinarle nada menos que a Richard Gere.
Hoy Patrizia te trae una práctica de 20 minutos para todos los niveles. Para cuando nos sentimos can...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades