En Ser Argentino debés haber leído lindas notas sobre el norte de Santa Fe. Hay muchas, y hay muchas cosas muy interesantes y felices en toda esa región. Grandes eventos, celebraciones tradicionales de primer nivel, platos típicos para chuparse los dedos y leyendas que te ponen los pelos de punta. Pero, también, ese norte santafesino tiene una cara muy triste. Por alguna razón que muchos imaginan, opinan o sienten, pero nadie a ciencia cierta sabe, una horrible situación se repite, cada tanto, en la juventud de varias localidades de la zona. Especialistas de grandes ciudades han viajado a estos pueblos, se han armado comités interdiscplinarios y se han organizado multitudinarias marchas. Pero no dieron resultado. Cada tanto, en Tostado, en Las Toscas, en Villa Ocampo o en otros pueblos norteños, brotan olas de suicidios. Durísimo…
Villa Ocampo, rodeada por el hermoso Jaukaanigás, es una de las principales ciudades de la región. Casi como en una serie de Netflix, el fenómeno de los suicidios se repite cíclicamente. Cuando el brote aparece, la ciudad se desespera, porque no le encuentran la solución. Primero se suicida una chica, a los pocos días, el novio. Falleció un abuelo, al día siguiente se suicida el nieto.
Cerca de Tostado está la localidad de Villa Minetti. Tiene menos de seis mil habitantes. En los últimos dos años, 11 personas se quitaron la vida en ese pequeño pueblo.
Una de las últimas rachas de suicidios se dio en la localidad de San Jorge. Ya no en el norte de Santa Fe, sino en el centro oeste. En menos de un año, 22 jóvenes se quitaron la vida. En una ciudad con algo más de 20.000 habitantes, el promedio de suicidios ronda en tres casos anuales. La situación rompe con todo esquema y supera ampliamente la media nacional.
Pero ¿por qué?
Según autoridades locales y testimonios de grupos de autoayuda, en muchos casos las situaciones de violencia, tanto en las calles como dentro de las familias, se ven con frecuencia. En los jóvenes, la delimitación de territorios y espacios de unos a otros es moneda corriente, así como el bullying. Otros flagelos que destacan son el abuso y tráfico de drogas. Al mismo tiempo, hay grupos que denuncian desigualdades sociales, hambre y viviendas precarias. Además, alertan sobre la ausencia de trabajadores de la salud mental y de asistentes sociales que aborden las situaciones de suicidios e intentos de suicidios con jóvenes afectados,
La Organización Mundial de la Salud expresa que el suicidio constituye un problema de salud pública muy importante y en gran medida prevenible. Desde una perspectiva epidemiológica, afecta especialmente a las poblaciones más pobres y es muy frecuente en grupos vulnerados y discriminados, donde los recursos y servicios suelen ser escasos y limitados para la identificación temprana, el tratamiento y el apoyo a las personas necesitadas.
Pero, a decir verdad, el suicidio no respeta edad ni condiciones sociales. De hecho, entre los últimos casos de personas que decidieron terminar con su vida, figuran empresarios y comerciantes de renombre.
Los especialistas afirman que quien toma una decisión fatal siempre lo preanuncia un tiempo antes, por lo que va dejando señales, advirtiendo a su mundo afectivo para que pueda salvarlo. En consecuencia, organizaciones sociales y distintos sectores de la sociedad, han comenzado a exigir a las autoridades la reactivación de programas que contengan posibles casos de estados de depresión crónica y voluntades que pueden ser revertidas.
No estás solo
Según los especialistas, se pueden reconocer los signos de alerta: aislamiento, persistencia de ideas negativas, dificultad para comer, dormir y trabajar, desesperanza, llanto inconsolable, repentinos cambios de conducta. También se puede ayudar a prevenir mostrando interés y apoyo, respetando las diferentes expresiones de sentimientos y eliminando prejuicios.
Todos debemos estar atentos en la forma de acompañar. El diálogo no es un interrogatorio, sino compartir un momento.
Si la estás pasando mal, podés pedir ayuda: a tus amigos, a tu familia, en el Centro de Salud más cercano a tu casa, en el Hospital, en tu Escuela, en el Club de tu barrio, en la Iglesia. ¡Ánimo! No estás solo.
Argentino, nacido en la ciudad de Santa Fe. Licenciado en Comunicación Social, especializado y apasionado por la redacción. Amante de las canciones, los idiomas y la interculturalidad. Me gusta emocionarme con un lindo texto y dejarme sorprender como un niño. Juego a que soy escritor y músico.