Ser Argentino. Todo sobre Argentina

Dique San Roque: una leyenda no tan leyenda…

Te contamos la historia del Ingeniero que no era Ingeniero y que participó en la planificación de uno de los diques más importantes de la provincia de Córdoba.

Esta historia tiene mucho de política, historia, fraude y negocios fallidos. Pero una advertencia: no es solo una leyenda, es la realidad del Dique San Roque. Este Dique es una represa ubicada en el departamento Punilla, provincia de Córdoba. Forma un embalse de nombre homónimo, en cuyas márgenes se han desarrollado importantes centros urbanos. En torno a su construcción se erigen mitos y leyendas… Pero algunos son verdaderos.

Un gran proyecto

El primer dique (1880-1890), fue construido principalmente con materiales disponibles en la región: piedra, arena y cal hidráulica. Los responsables del proyecto fueron los Ings. Carlos A. Cassaffousth y Eugenio Dumesnil. Este último venía desarrollando su obra: Dique Mal Paso, utilizando materiales provistos por el Dr. Juan Bialet Massé.

Cambio de planes

Sin embargo, Dumesnil finalizaría su obra y se embarcaría a Francia quedando Cassaffousth al mando de todo el proyecto asociado con Bialet Massé. La construcción fue diseñada para control de inundaciones, suministro de agua a la ciudad de Córdoba, aporte hídrico para el riego de 33.000 ha y generación de energía hidroeléctrica. A su finalización aquella represa era la responsable de generar el embalse de agua más grande del mundo y la obra de ingeniería más importante de Sudamérica.

Chanchullo político o negligencia

En octubre de 1886, Miguel Juárez Celman  que fue el principal impulsor del proyecto, alcanza la presidencia de la nación en medio de serias acusaciones de fraude. Mientras, en Córdoba asume como gobernador, Gregorio Gavier, quien aprueba los planos de construcción. Juárez Celman le sugiere a Bialet Massé, asociarse con Funes y crean la sociedad Funes, Bialet Massé & Cía.

Funes era cuñado de Julio A. Roca y de Juárez Celman, que también le sugirió a Cassaffousth, asociarse con Bialet Massé.

¡Todo mal!

En este contexto de favores y "enganches” la primera estructura del dique fue tildada de insegura:

Por esto y mucho más, el nuevo gobierno nacional del momento tildó a todas las obras del gobierno anterior como manchadas por la corrupción. El dique no fue la excepción.

La hora de la verdad

En agosto de 1890, Marcos Juárez, hermano del presidente, se ve acorralado por las acusaciones y renuncia a su cargo, asumiendo su vicegobernador Manuel D. Pizarro. 

El gobernador Pizarro solicita al Presidente de la Nación que designe una persona idónea para evaluar la controvertida obra del Dique San Roque. Esta persona sería el sueco Federico Stavelius como ingeniero capacitado para la tarea. Además le pedirían que se desempeñara como vicepresidente del Departamento de Ingenieros de la Nación.

Apenas llega al país, Stavelius se traslada al lugar donde se erige la colosal obra, y toma innumerables notas. Finalizados los estudios, regresa a Buenos Aires con planos, mapas y notas que según algunos historiadores, nunca fueron encontradas. 

Inaugurar un fraude

Luego del acto teatral del 27 de Julio de 1892 en Córdoba, Stavelius eleva un informe lapidario al Gobernador Pizarro a través del Presidente del Departamento de Ingenieros de la Nación:

Juan Pirovano: El dique presenta 90 puntos de filtraciones, y una gran grieta de lado a lado, y su reparación, tendría un costo de $400.000.

Otra de las soluciones sería construir un murallón de cemento inglés aguas arriba del actual paredón y rellenar el espacio entre ambos con el mismo cemento, lo que implicaría que el dique "local" se salve. Pero hubo resistencia: Bialet Massé presentó una denuncia formal contra Stavelius. Así, se desligó de todo tipo de responsabilidad si al dique se le realizaban las reformas que se informaban. Esto exasperó tanto al gobernador Pizarro, que convocó sobre el paredón del dique a todas las partes. 

¿Veredicto final? 

El socio de Stavelius, Cristian Kürzer, comenzó a intentar clavar un cortafierro en el paredón a fuerza de martillazos diciendo que, en breve, aparecerían las grietas y las marcaría con pintura roja. Luego de un rato, y sin hacer mella a la estructura, el hecho sirvió para desatar algunas bromas. Tampoco se alcanzaba a divisar la famosa grieta de lado a lado que Stavelius había descrito con tanto detalle.

Luego del episodio de prueba y error, el exgobernador Marcos N. Juárez envió un telegrama de tres páginas a su hermano, el expresidente Juárez Celman, informándole que nadie, incluidos los Ingenieros Profesores de la Universidad Nacional de Córdoba, había visto lo informado por el Ing. Stavelius.  

Sin embargo, Pizarro no se quedaría de manos cruzadas. Solicitó procesar a Bialet Massé y Casaffousth por defraudación y estafa. Además, suspendió el pedido de dinero para la reparación del dique. Desde la cárcel, Cassaffousth y Bialet Massé, realizaron reparaciones por $5.000. Una vez preso, este último se dirigió al Dr. Juárez Celman:

«Escribo a Ud. desde el Dpto. de Policía donde estoy preso por el crimen de haber construido el Dique. Le garantizo por mi honor que el Dique es bueno, y está bien a pesar de algunos desperfectos causados por el abandono, pero no se asuste. ¡Es cierto que hay que derribar el Dique, para que no quede nada que venga de los Juarez! ¡Bárbaros!»

Un año después, y tras demostrarse que todo era una maniobra política, la justicia les otorgó a ambos la libertad, aunque ya estaban en la bancarrota. Al día siguiente, Pizarro renunció a su cargo. El Dique fue reestructurado con otra obra de alta magnitud, pero esa es ya otra historia...

 

Rating: 0/5.