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Buenos Aires - - Jueves 30 De Noviembre

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De qué hablamos cuando hablamos de “Igualdad”

Revisemos, mis queridos lectores, revisemos, que hace mucha falta. Una polémica abierta por Bob Ventura.

Lo peor de nosotros
Igualdad

Jugaban Gimnasia y Esgrima de La Plata e Independiente de Avellaneda en el bosque cuando se me ocurrió pensar lo que estás a punto de leer.

El partido era esperablemente mediocre. Un Independiente desconocido y falto de figuras que una vez más tiene muy poco para entregar y entregó muy poco. Gimnasia está peor. No dieron dos pases seguidos, literal. Los jugadores tomaron casi todas las decisiones de manera errónea. Promediaban los treinta y cinco minutos del segundo tiempo y ganaba “El rojo” uno a cero, cuando la pelota se fue al lateral cerca del área de Gimnasia impulsada por un jugador de “El lobo” ante la marca de uno de Avellaneda. El pobre chico de camiseta colorada se acercó al alambrado en su carrera y fue escupido en la cara por un ser no humano de la parcialidad de Gimnasia (no puede ser de otra parcialidad). Cinco minutos más tarde otro jugador “Diablo” se tiró al piso en busca de asistencia cuando salió la pelota. Entró la camilla, el jugador salió y fue reemplazado en el acto. Mientras sucedía esto el director de cámaras de la transmisión se dedicó a mostrar el descontento de otros seres no humanos que presumían que el visitante estaba demorando el juego a propósito. Lo reputearon de arriba a abajo. Curiosidad: los tres seres no humanos enfocados eran de sexo femenino. Le recordaron a su madre, le reprocharon su supuesta homosexualidad y lo tildaron de miedoso.

El otro día a Wanchope Ávila le tiraron un frasco de fernet mini en la cancha de River. Los ejemplos de seres infrahumanos en las canchas de fútbol y fuera de ellas son infinitos.

Cultura y educación

Ver a estas mujeres insultando como homos erectus me hizo reafirmar la validez de mi pensamiento “Por qué mi voto tiene que valer igual que el de uno de estos seres?”

En realidad si leiste mi otra nota se que me vas a decir que yo planteo algo que es cultural (definir el valor del voto según el nivel de instrucción). Dejame decirte que creo que tomar a la cultura como parámetro es para mí, el más efectivo de todos. Quizá no sea el ideal. La democracia tampoco lo es, pero es el mejor sistema.

La educación no necesariamente está ligada a la cultura. Cientos de miles de personas de bajos recursos son súper educadas. Y cientos de miles millonarios no lo son en lo más mínimo. La diferencia es que la educación es la transmisión de valores de una generación a otra. Y para transmitirlos solo basta con ser una buena persona y querer vivir en un mundo mejor.

Esto se perdió de a poco en las últimas dos décadas. Perdimos el saludarnos a la mañana o en un ascensor. El “gracias”, el “por favor” y el “disculpame”. Perdimos la cortesía. Perdimos el respeto por el otro ser humano. Nos dejamos superar por la violencia y el revanchismo. Por el miedo. Nos frustramos, no la peleamos y nos ganó el desinterés.

Y ahí algunos compraron el discurso de la igualdad. Nos creimos progres y nos llenamos la boca con una mentira.

¿De qué hablamos cuando hablamos de “Igualdad”?

Cuando se habla de igualdad no se habla de ser todos iguales. La única igualdad es ese sentido está en la Constitución Nacional y dice que “todos somos iguales ante la ley”. Y quiero decirte que no se da en absoluto. Para nada. Cientos de ejemplos. No creo que necesite ahondar en esto.

La igualdad en el mundo civilizado se entiende como igualdad de oportunidades. Todos deberíamos tener las mismas oportunidades. Yo no podría ser ingeniero. Aunque me gustara construir cosas, no podría. Las matemáticas no son mi fuerte. Entonces no puedo pretender que el Estado me pague los estudios de Ingeniería, si sumo que no tengo los recursos como para costearme la carrera por las mías. Puedo pretender que me dejen probar. Y si el primer año me llevo diez materias no me deberían dejar probar más, por lo menos gratis. Porque no es gratis. Los recursos para pagar la educación de una persona que no los tiene salen de nuestros impuestos. No es una caja mágica del Estado. Igualdad es que el Estado le pague al que está capacitado para ser ingeniero y no tiene recursos. Pero se va a romper el lomo estudiando y se va a recibir. Y entonces va a salir adelante.

La igualdad de derechos que propone la Constitución viene junto con la igualdad de obligaciones. ¿Por qué estoy obligado a regalarle algo al que no lo tiene, si ese que no lo tiene no hace nada por tenerlo? ¿Cuál sería la igualdad? ¿Por qué el Estado le tiene que dar dinero al que no quiere ganárselo? Repito: el Estado somos todos los que pagamos impuestos. ¿Sería igualitario entonces que yo también pida un plan al Estado? Siguiendo esa lógica, sería. Pero es simplemente una locura. Como lo es que venimos con este sistema irracional hace veinte años.

 

Imagen: Freepik

Fecha de Publicación: 06/08/2023

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