Abril Sosa (4) fue raptada, violada y estrangulada en una pensión de barrio General Bustos, de Córdoba, en 2018. Un joven comenzará a ser juzgado desde este lunes en la ciudad de Córdoba por el asesinato de la pequeña de 4 años. Abril Alejandra Sosa fue violada y estrangulada. Su cuerpo fue abandonado dentro de un bolso en un descampado del barrio Alta Córdoba. El espanto se registró en la madrugada del 13 de enero de 2018.
Recién a 21 meses de aquel horroroso crimen, Daniel Alberto Ludueña (34), un vecino de la pequeña y de sus padres, comenzó a ser juzgado. Fuentes judiciales confiaron que Ludueña admite los cargos. Pide perdón y acepta el máximo castigo de la ley argentina en un eventual proceso abreviado. La fiscal estaba de acuerdo con ese trato, que es absolutamente legal.
“Acá tenemos a dos padres que están destrozados y a varios hermanitos de Abril que están en una condición de vulnerabilidad. De hecho, la Senaf (Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia) llegó a intervenir. No es cuestión de revictimizar a estas personas y, principalmente, no hay que dejar de velar por los derechos de esos niños”, sostuvo la fiscal Battistelli.
Rapto y violación
Daniel Ludueña conocía a Abril Sosa y a sus padres. Según la causa, solía ir a menudo a la casa de la familia, en barrio General Bustos, de Córdoba. El hombre se ganaba la vida como pintor y changarín. Vivía solo en un cuarto de pensión de la misma barriada.
Ludueña se habría llevado mediante engaños a la pequeña Abril a la pensión, ubicada a poco más de 100 metros de la casa familiar. Ya en el cuarto de la pensión, el hombre habría abusado de ella. Luego, la habría estrangulado y ocultado su cuerpo en un bolso que dejó allí mismo, debajo de la cama.
En ese inmueble residían otras personas, quienes no se enteraron de nada hasta que fue muy tarde. Los padres de Abril señalaron que, mientras buscaban a la nena, esa noche, Ludueña participó de los rastreos. Luego, el changarín tomó un remis y llevó el bolso hasta un baldío de Alta Córdoba.
Confusión y confesión
El 13 de enero de 2018, el barrio General Bustos se sumergía en el espanto ante la desaparición de la pequeña Abril. Cuando por fin llegó la Policía, las sospechas se posaron de lleno sobre los padres de la víctima. Sobre todo, por la pobreza en que se encontraban. Además, el hecho de que los chicos vivían en situación de vulnerabilidad y pasaban varias horas en la calle. También por una supuesta adicción del padre.
El hombre declararía luego de ser golpeado por policías. Dos eternas jornadas pasaron sin novedades de Abril. Las autoridades policiales y políticas afirmaban que la causa estaba “encaminada”. Lo cual era totalmente falso.
Los propios padres de la pequeña –Mayra Sidra y Cristian Sosa– aportaron la clave para desenmarañar el misterio. Apuntaron a un vecino, confeso adicto. Este vecino había estado antes con ellos y solía acosar a otra de las hermanitas de Abril.
No tardaron los detectives policiales en centrar las miradas sobre él. Sobre todo, cuando perros adiestrados marcaron que Abril había estado en la pieza del hombre. Y que allí se perdía todo rastro.
El 15 de enero, Daniel Alberto Ludueña (34) quedó detenido. La autopsia confirmó la peor sospecha: había sido violada y estrangulada.
FUENTE: La Voz
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.