La de esta nota es la historia de lo que, en Arroyo Leyes, llaman "El puente de las animas". Es el relato del triste final de 55 personas en un accidente vial.
El 20 de noviembre de 1970 los ojos del país se posaron sobre la provincia de Santa Fe por una muy triste razón. Un impactante siniestro vial que protagonizó un colectivo interurbano al caer a las aguas del Arroyo Leyes. El accidente se llevó la vida de 55 personas y dio rienda suelta a una de las más tristes leyendas de nuestros pagos.
Hace 50 años atrás, también fue viernes. Como era habitual, los ómnibus que viajaban al interior de la provincia lo hacían repleto de personas. La mayoría volvía a sus pagos luego de una semana de estudio, trabajo u otra actividad en la ciudad capital.
Esa fatídica tarde, el micro de la empresa Helvecia aceleraba por la Ruta 1 hacia el norte. Solo diez eran los santafesinos que viajaban hacia la costa. El resto, en su mayoría eran vecinos de Santa Rosa de Calchines. También los había de Helvecia, San Javier y Cayastá. Volvían a sus pagos para pasar el fin de semana con familia y amigos. El colectivo atravesaba la localidad de Arroyo Leyes. Ya estaba por cruzar el puente hacia Los Zapallos. De pronto, lo inesperado. ¿Un desperfecto? El gigante, cargado de gente, cae al río. Hay 14 metros de profundidad. El reloj se clava en la espesura líquida y marrón: 18.40, viernes 20 de noviembre, 1970.
A metros del puente, un pescador observa la escena y rema a bordo de su canoa hasta el micro que se hunde. De los 55 ocupantes solo seis logran escapar por las ventanillas y son salvados por dicho islero.
Voces que no pueden callar
Esta historia, en particular, tiene un capítulo feliz. Entre la gente que pudo salvar, este hombre de río rescató a una niña arrojada por la ventanilla por su madre, que luego se persigna y desaparece. La pequeña de un año y un mes flota en el río gracias al pañal de goma. El “Tata”, como llamaban a este héroe, rema y la rescata.
Desde entonces, los pescadores y vecinos de la orilla del arroyo Leyes aseguran que, en las noches, se escuchan gritos desde el río. Otros hasta se atreven a decir que ven siluetas de gente y que las noches de luna llena se ilumina el chasis desde el fondo. Es que, tal como pasa con estas tragedias, con ellas nacen muchas leyendas de Santa Fe.
Lo innegable, por la cantidad de gente fallecida es que, cuando ocurrió, este accidente fue considerado una de las más grandes tragedias de la historia argentina. En lo que hace a la provincia de Santa Fe, tiene el número uno del ranking, con holgura.
La comparación se hizo con otros episodios trágicos, como lo sucedido en la “Puerta 12” de la cancha de River Plate donde fallecieron 76 personas, el choque de dos trenes en la provincia de Buenos Aires que dejó 218 fallecidos o la caída de un avión de Aerolíneas Argentinas en 1961 que tuvo 67 víctimas fatales.
Algunas de las leyendas que compartimos tienen matices cómicos o simpáticos. Otras, aunque escalofriantes, tienen un nivel de verosimilitud bastante improbable, lo cual les quita cierto dramatismo. En este caso, por su origen verídico y cercano en el tiempo, creo que estamos ante una de las leyendas más tristes que generó Santa Fe.
Argentino, nacido en la ciudad de Santa Fe. Licenciado en Comunicación Social, especializado y apasionado por la redacción. Amante de las canciones, los idiomas y la interculturalidad. Me gusta emocionarme con un lindo texto y dejarme sorprender como un niño. Juego a que soy escritor y músico.