El Gran Buenos Aires es enorme y diverso. Al norte, al sur y al oeste de la Ciudad se despliegan una gran cantidad de conglomerados urbanos, cada uno con su identidad propia, que nos regalan postales imposibles de encontrar en otro rincón del mundo. Postales bellas, bizarras, ilógicas, graciosas. Situaciones difíciles de explicar que solo tienen lugar en los barrios del conurbano: quien no está acostumbrado a caminar por esas calles jamás lo entendería.
La cuenta The Walking Conurban (TWC) nació con la intención de darles un espacio a esas postales inusuales que se pueden recoger en cualquier esquina del conurbano, “un paraíso post-apocalíptico a minutos del Obelisco”, según lo definen sus creadores. Un lugar con sus propias reglas, donde no se para en los semáforos por la noche, con construcciones inesperadas que son el orgullo de los vecinos, con equinas icónicas, con el aire familiar que solo tiene el lugar donde nacimos, con una belleza singular y difícil. “El lujo es vulgaridad”, dijo el Indio Solari. Y en el conurbano hacen gala de esa frase.
Para reivindicar estos rincones insólitos, estas edificaciones que parecen haber aterrizado aquí desde otro planeta, desde The Walking Conurban decidieron largar un concurso para elegir a las “8 maravillas del conurbano”. La elección se realizó a través de encuestas en las redes sociales de la cuenta –que tiene más de 45 mil seguidores en Twitter y más de 200 mil en Instagram–, donde se postularon en principio 32 imágenes de distintos tesoros bonaerenses, entre las que se eligieron 16 semifinalistas, para luego seleccionar las 8 maravillas.
No fue fácil elegir solo 8 entre los numerosos atractivos que tiene esta extensa zona de la provincia, pero la gente votó y la lista definitiva es la que sigue.
1. La Feria Persa (San Miguel)
Con 27.743 votos de los usuarios, la Feria Persa de San Miguel logró el primer puesto de la votación. Según TWC, se trata de “un pedazo de la Alhambra en territorio conurbano, donde un sinnúmero de personas ha confesado comprar su primera remera rockera, discos pirateados, y todo aquellos que es menester para evadirse de esta realidad descarada en la que vivimos”.
Lo que en otros tiempos fue el boliche Sain Kaleh, muy popular en los años 70 y 80, hoy es un paseo de compras tradicional de San Miguel. Está ubicada en Av. Balbín al 2100 y es imposible no verla: con sus torres y cúpulas persas, es un palacio lleno de colores que se convirtió en la maravilla más votada por los usuarios.
2. La Libertad bailable (Quilmes)
¿Por qué no construir una réplica de la Estatua de la Libertad en pleno Quilmes Oeste? Eso se habrán preguntado quienes impulsaron la edificación del boliche Daytona, allá por los años 90. El lugar –que luego pasó a llamarse La Mira, Metrópolis y Metro Disco– hoy está cerrado, pero según TWC “en su interior flotan los recuerdos de noches inolvidables de chape, arrumacos y sonidos de kártings”.
Ubicada en Av. La Plata y Benito Pérez Galdós, la Libertad bailable quedó en el segundo lugar de la contienda, con más de 27.000 votos.
3. El Tanque absoluto (Monte Grande)
En Monte Grande se encuentra la tercera de las maravillas de conurbano, según TWC, “la estructura acuífera más grande que se ha construido al sur de Ecuador”. Se trata de un tanque de agua de dimensiones extraordinarias, que continúa aún en uso, ubicado en la Plaza de los Fundadores, muy cerca de la estación del tren Roca.
Lo más particular de esta edificación es la intervención artística que posee actualmente, realizada por Leandro García Pimentel entre los años 2019 y 2020. Recibió más de 25.000 votos de los seguidores
El tanque absoluto, es nuestro próximo destino, la estructura acuífera mas grande que se ha construido al sur de Ecuador(?).Tanque referencia para encuentros amorosos, trampas, entregas de compras por internet y tranzas. pic.twitter.com/SNXpANW1xB
— TheWalkingConurban (@walkingconurban) August 9, 2021
4. El Elefante Blanco (Avellaneda)
Descomunal, inquietante y maravilloso: así es el Elefante Blanco de Avellaneda, una obra en construcción que quedó así –al parecer– para siempre. Se ubica en la Av. Hipólito Yrigoyen al 800, cerca de la estación Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.
En el año 2010, comenzó a construirse esta enorme obra, que fue vendida a distintos inversores como el complejo de torres Estrella del Sur. Según decían, el edificio contaría con cuatro torres de 27 pisos, dos piletas, un parque de juegos para niños, un gimnasio comunitario, sauna, guardería y jardín de infantes. Pero la construcción quedó inconclusa y miles de personas se quedaron sin su vivienda.
Por eso, desde TWC la definen como “la estafa inmobiliaria más grande del condado”. Logró 24.000 votos de la gente, lo que la ubicó en el cuarto lugar.