¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Jueves 01 De Junio
El departamento de San Carlos es muy rico en atractivos naturales. Se ubica a 100 kilómetros hacia el sur de la Ciudad de Mendoza. Las Huayquerías o la Laguna del Diamante son algunas de sus máximas atracciones. Eso, porque nadie quiere que se ventilen demasiado las historias lúgubres y temibles que también tienen asidero allí. Por ejemplo, la leyenda de la cueva de Salamanca.
En su versión original, la leyenda tiene lugar en Salamanca, España. Allí, en la cripta que quedó de la ya inexistente iglesia de San Cebrián, se escuchan voces, gritos y maléficas risas durante las noches de luna llena. Dicen que es el diablo y algunas brujas que celebran sus aquelarres.
Pero una cueva cerca de un arroyo en la montaña sancarlina hizo que la leyenda tenga su versión local. En realidad, no se trata de una leyenda con una línea argumental y un orden que manifiesta un principio, un desarrollo y un fin, sino que son diferentes experiencias que han vivido distintas personas, pero todas confirman los gritos, las risas y las voces que salen desde la cueva.
La cueva en cuestión está muy cerca de arroyo Salamanca, en la montaña de San Carlos. Uno de los casos testigo es el de pescadores que estaban en el arroyo, pasando la noche a la luz de la luna llena, a la espera del amanecer, momento ideal para tirar la caña y tratar de picar alguna trucha. Era una noche clara en la que no se necesitaban linternas ni fuego para ver, ya que la luna hacía las veces de gran reflector. Aunque el fuego estaba encendido, porque la baja temperatura lo exigía. Luego de algunas risas propias, suscitadas por anécdotas y chistes, llegó el silencio y las ganas de dormir. Pero en ese momento, cuando se conciliaba el sueño, risas macabras, gritos y sonidos extraños los despertaron. Allí advirtieron que existía la cueva, desde donde provenían estos ruidos. Ninguno fue valiente, agarraron lo que pudieron, ante la desesperación. Las cañas quedaron tiradas, a medio armar. Corrieron hasta la camioneta y volvieron. Nunca se supo nada más sobre el tema.
En otra oportunidad, un grupo de jóvenes desafiantes tomaron la guitarra y se metieron en la cueva a cantar canciones contra los rituales y todo tipo de expresiones profanas. Sin embrago, en un momento, la persona que llevaba la voz cantante se quedó sin posibilidad de emitir sonido alguno. Muchos consideraron que se trataba de una simple afonía, que el frío pudo haber generado. Pero los jóvenes, conociendo las historias sobre la cueva, decidieron emprender viaje de vuelta, sin dudarlo.
Hasta el día de hoy, en las noches de luna llena, se escuchan los mismos gritos y rituales. Nadie ha logrado darle una explicación lógica o científica. Por lo que la teoría de espíritus, brujas y el mismísimo diablo se mantiene firme.
Fecha de Publicación: 23/07/2022
Te sugerimos continuar leyendo las siguientes notas:
Entre cataratas y leyendas
Leyendas santafesinas: el sauce llorón
Les taparon la boca a los chicos
Hugo Sconochini: el olvidado de la generación dorada
Por este verano, se terminaron las operaciones de logística en la Antártida Argentina
Patrick Sassoli: ejercicio en vacaciones
Fabricio Lucero Nellar: el sanluiseño que causó furor en la serie Vikingos
Fundación Amigos por el Deporte, un club de amigos que va por el ascenso
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónNo hay comentarios
Comentarios
El recuerdo de las aguafuertes de Roberto Arlt, vecino dilecto de Flores, comparte esos aires fresco...
Desde junio la aerolínea low cost JetSmart ofrecerá doce vuelos semanales entre ambos destinos. Los...
De las mejores lectoras de estas pampas, la infatigable Victoria abarcaba la literatura universal pe...
El proyecto que transformará de manera integral la comuna se financiará con fondos del Consejo Feder...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades