¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Jueves 30 De Marzo
El mito del Lobizón se remonta a la antigua Grecia. Pero también tiene su referencia en la mitología guaraní. Según la cual, este es el séptimo hijo de Tau y Keraná. Por ser el séptimo, le cayó la mayor maldición que pesaba sobre sus progenitores. Su solo nombre aterroriza. Este ser espeluznante se halla ubicado en la encrucijada de los caminos de la vida y de la muerte… Pero también en los caminos de Córdoba.
Los cordobeses construimos historias y convivimos con espíritus y fantasmas, que se agrandan tomando fuerza con los discursos y cuentos que se dispersan de boca en boca. Diferentes leyendas fueron tomando peso para cada época. Y en este caso vamos a contar una del Barrio de San Vicente en la ciudad de Córdoba, que es el hogar oficial de muchos fantasmas y apariciones. Esto se debe a que se sitúa en las cercanías del cementerio más antiguo de la ciudad. En el cual sucedieron muchísimos episodios paranormales, como la historia del taxista y la dama de negro. O el espeluznante bloque 43 que aloja los peores episodios de terror o también la historia de Rita Warcalde y José del Viso. En pocas palabras, el cementerio de San Jerónimo adquirió el nombre de “ciudad del silencio”.
Quienes saben escuchar, pueden oír los gritos de almas en pena cuando se acercan a la zona. El aullar de los perros funciona como augurio, anuncian la partida de una nueva alma hacia el purgatorio. Pero, de todos estos mitos, ninguno ha causado tanto revuelo y tenido tanta repercusión como el del Lobizón de San Vicente.
Desde los años 70 se viene gestando esta historia, los vecinos del lugar venían relatando los sucesos. Hechos aislados que de boca en boca iban teniendo una razón de ser. Y que tenían un solo protagonista: una criatura peluda, que caminaba encorvada o en cuatro patas. Muchos cuentan que lo vieron caminar sobre las aguas del río Suquía sin hundirse. E incluso hay quienes dicen que entraba en los recintos de baile para asustar a la gente. Incluso, parece ser que este fenómeno era cuartetero, ya que existen testimonios que lo vieron entrar al histórico y monumental Sargento Cabral.
Sin embargo, para la época eran puras habladurías. Un simple chisme del barrio que se iba extendiendo y cada uno le daba su forma, con tintes periodísticos y fenomenales. Pero un día todo cambió: el 19 de abril de 1985 el matutino local de La Voz del Interior publicó en sus páginas un artículo sobre el temor de los vecinos ante un supuesto “Lobizón”. También se hablaba de un hombre lobo u hombre gato. En la nota se leía:
Centenares de efectivos policiales de la seccional 5ta y del Comando Radioeléctrico (hoy CAP) rastrean la zona del cementerio y del Campo de la Ribera, para hallar a un extraño personaje que tiene en vilo al vecindario.
Diario "La Voz del Interior", 19 de abril 1985.
La leyenda del lobizón tomó el peso que muchos querían que tomara. El artículo comenzó a circular y todos los programas televisivos y noticieros levantaron la noticia. El asunto iba tomando gravedad, y los entes policiales, junto con la vecindad, salían en diferentes episodios a captar al “Lobizón”.
Los registros de la época muestran cómo toda la ciudad de Córdoba estaba enfocada en atrapar a ese especimen que aterraba a la población...
“Los investigadores coinciden en que la cosa, un ser humano cuyo cuerpo está totalmente cubierto de pelos, apareció en las inmediaciones de la Ribera para asustar a los gendarmes. Inclusive afirman que la bestia le pegó un tortazo o zarpazo a un militar arrojándolo a unos cinco metros de distancia”.
“Centenares de personas, policías y gendarmes se encontraban para rezar en la esquina de Ortíz de Ocampo, Bazán de Pedernera y bajada San José, antes de salir a dar con el monstruo al que identificaron como un lobizón”.
Diario "La voz del Interior", 19 y 20 de abril 1985 (fragmentos).
El Diario Córdoba, por su parte, contaba que la opinión pública hablaba de seres extraterrestres, animales de otra dimensión y cosas por el estilo. Nunca se supo qué fue…Lo más cercano a la captura del lobizón fue la captura de bromistas que se paseaban por las noches con caretas, y que recibieron condenas por su accionar humorístico. Sin embargo, el barrio de San Vicente se pregunta hasta el día de hoy qué será del Lobizón.
Fecha de Publicación: 19/04/2022
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