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La Mansión Stoppel está ubicada en la pintoresca calle Emilio Civit, del centro de la Ciudad de Mendoza. Es una casa que fue construida en el año 1912 para albergar al cónsul peruano Luis Stoppel, pero que, con el tiempo, sirvió de patronato, depósito de documentación y hasta de hogar usurpado. Luego, tuvo un periodo de más de 40 años de inactividad, producto de la grieta que se generó por el terremoto de Caucete. Sin embargo, en 2012 comenzaron las obras de restauración y, desde hace algunos años, funciona como museo y alberga las obras de arte de diferentes expositores de distintas partes del mundo. Sin embargo, parece que, durante todo el tiempo que hemos descripto en el párrafo anterior, hubo un ser que lo vivió todo. Que siempre estuvo allí. Se trata de Luisito.
Todos los guardias que han pasado por el lugar dicen haberse percatado de la presencia de Luisito, “el que siempre está”. Más allá de las múltiples funciones del edificio, parece ser un hecho que este niño ha estado desde siempre en la casa. Y todo parece indicar que allí se quedará, porque no tiene apuro ni intención de irse.
Luisito es un “fantasma” que nadie ha visto, pero a quien todos han sentido alguna vez, especialmente los guardias. Pasos sobre el parquet, silbidos y juegos de encendido y apagado de luces son algunas de las formas en que este ser ha dicho presente en el museo de arte.
De hecho, uno de los guardias del Patrimonio manifestó en su momento haber sentido “como de la nada” un constante goteo de agua que caía sobre su cabeza en una de sus tantas noches en el lugar. Claro que nunca encontró el origen de ese goteo.
En otra ocasión, antes de la reapertura, y mientras la restauradora Cristina Sonego se encontraba trabajando en una de las salas de la construcción original (en el Sector A), las luces se apagaron imprevistamente. Y, pese a que ella continuó trabajando sin inmutarse, la iluminación volvió a la normalidad luego de prenderse y apagarse intermitentemente durante unos segundos. Y quienes se encontraban a cargo de la seguridad optaron por cruzar el umbral y quedarse fuera del inmueble, asustados.
Sobre quién es Luisito hay dos versiones. Una cuenta que es uno de los chicos que se encontraba internado en el patronato que funcionó hasta 1977, y quien habría fallecido mientras estaba en el lugar. Otra, en tanto, sostiene que el niño era el hijo de una de las criadas del cónsul Stoppel. Y que también falleció mientras vivía en la casa.
Fecha de Publicación: 05/11/2021
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