Bosque Energético de Miramar: entre meteoritos, duendes y hadas

En la Costa Atlántica bonaerense, hay una gran cantidad de ciudades a las que los argentinos nos escapamos cuando llega el verano por un motivo en común: la playa. Sin embargo, tal vez no muchos sepan que uno de esos destinos tan anhelados cuando llega el calor ofrece también una experiencia mágica a sus visitantes. En la ciudad de Miramar, es posible conocer un bosque energético, que esconde más de un misterio.

Extendido a lo largo de dos hectáreas, el Bosque Energético de Miramar está ubicado en el tramo final de la ruta 11, que termina en Mar del Sud, donde se integra al Bosque Vivero Dunicola Florentino Ameghino, una superficie de 502 hectáreas, 1,5 kilómetros de ancho y casi 8 sobre el mar.

Quienes lo visitan dicen que estando allí se siente una energía difícil de describir con palabras. Los relatos cuentan desde fenómenos de magnetismo que nadie ha logrado explicar hasta cementerios indios, duendes y hadas. Hasta allí han llegado incluso científicos de la NASA a investigar las fuerzas que operan en este mágico lugar.

Desafiando las leyes de la gravedad

Incluso los más escépticos no salen de su asombro cuando realizan un simple experimento que deja en claro que el Bosque Energético es un lugar especial. Solo se trata de levantar dos ramitas de pino del suelo y colocarlas una sobre la otra, formando una “T”. En cualquier otro sitio, el experimento sería un fracaso. Aquí, el resultado es sorprendente: las dos ramitas se quedan paradas, una sobre la otra, en un equilibro que desafía las leyes de la gravedad. El magnetismo del bosque se hace presente, y ya nadie puede dudar de que hay algo distinto que rodea a este lugar.

Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que causa esa atracción magnética. Hay quienes creen que está relacionada con un meteorito que cayó en la zona, hace más de 3,5 millones de años, entre lo que hoy es Chapadmalal y Mar del Sud.

Visitas de otras dimensiones

Las teorías sobre lo que sucede en Bosque Energético son muchas. Algunos afirman que existe un “portal interdimensional” allí, que permitiría llegar a una civilización más elevada a través del bosque. Otros dicen que está vinculado con ovnis, ya que aseguran haber visto luces de colores sobrevolando el bosque por las noches. Estas se pierden luego en el mar, donde –se cree– existe una base sumergida.

Pero, como si las visitas de otros planetas no fueran suficientes, también se dice que pasean por allí figuras mitológicas: gnomos, duendes y hadas son algunos de los protagonistas de este mágico sitio. También espíritus y espectros fantasmales que se cuelan en las fotos de los visitantes.

Como si esto fuera poco, también se cree que bajo el bosque existe un cementerio de los pueblos originarios serranos. En el Museo Municipal Punta Hermengo, ubicado también en el Bosque Vivero de Miramar, se pueden ver huesos de entierros expuestos. Finalmente, una última teoría habla de los “chakras visibles” del planeta. Se supone que, si la Tierra es un ser vivo, el Bosque Energético es uno de sus chakras visibles.

Los misterios que esconde el Bosque Energético de Miramar son muchos. En definitiva, cada uno se encarga de buscarle una explicación a algo que se puede abordar desde distintos puntos: algunos prefieren definiciones científicas; otros, respuestas espirituales. En el fondo, la explicación más simple es una: somos energía habitando el mundo y, en algunos sitios, esa energía se hace aún más evidente. Permitámonos, entonces, disfrutar de aquello que no comprendemos y tratemos de seguir creyendo en la magia.

¿Vamos a dar una vuelta por el bosque?

Imagen: Turismo Miramar