Por más planes que hagamos, la vida siempre termina por sorprendernos. En especial, a aquellos que están abiertos a la aventura. Esta es una historia que comienza en Francia y termina en la provincia de Chubut. Es la historia de Sophie y Jacques, dos instructores de esquí que decidieron darle una nueva chance al amor y encontraron un hermoso marco natural para hacerlo en la Patagonia argentina.
Sophie Courtois tenía dos hijas de su primer matrimonio y había llegado por primera vez al sur de nuestro país con su exmarido y embarazada de la primera de las niñas, en un viaje que juntos habían emprendido por Sudamérica. Luego llegó la segunda de las hijas. No mucho tiempo después, se separó del padre de las chicas.
Jacques Dupont también tenía dos hijas de un matrimonio previo. En su caso, había elegido el norte del continente en su viaje de exploración: experto escalador, había sido el primer europeo en alcanzar la cima de El Capitán, uno de los monumentos de piedra más desafiantes del parque Yosemite, en los Estados Unidos, en 1965. Luego, siguió bajando y se enamoró de la belleza incomparable del sur argentino. Y, también, de Sophie.