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Un lavadero solidario en San Juan

Un grupo de jóvenes de San Juan trabaja arduamente en un lavadero de autos para poder darles una botella de leche a los niños de Villa Etcheverría.

Podría decirse que Lavadero Alem es un pequeño negocio dedicado a la limpieza de vehículos; de hecho lo es, pero también es un espacio donde conviven el compañerismo y la solidaridad. Aquí un grupo de personas de la provincia de San Juan trabaja arduamente para poder acercar una botella de leche o una chocolatada a quienes más lo necesitan. Sin duda alguna, un gesto desinteresado que llena de orgullo al pueblo sanjuanino.

La iniciativa nació en el año 2019 cuando el dueño del lavadero y sus empleados decidieron poner en marcha una compaña solidaria. Por aquel entonces, se recibían alimentos a cambio del lavado de un auto. El objetivo era ayudar a la comunidad de Los Berros. Por fortuna, la propuesta fue bien recibida y, gracias a la colaboración de la gente, lograron recaudar una importante cantidad de alimentos. Motivados por aquella primera experiencia y aquejados por la difícil situación que transitan muchas familias de la Argentina, estos jóvenes decidieron que era tiempo de volver a poner manos a la obra. Así, lo que comenzó con una donación se transformó en un merendero que lleva el mismo nombre del lavadero. 

En una gran olla que lograron preparan las más ricas meriendas y, cuando no están trabajando en el lavadero, están ideando formas de continuar con las labores solidarias. Por el momento, el espacio ofrece una copa de leche o chocolatada a los niños de Villa Echeverría. "Nos movemos para esto con la plata que obtenemos de los lavados de autos. En un principio nos propusimos un solo día en la semana, pero esperamos irnos a tres para que los chicos puedan tener su merienda. Trabajaremos todos los que estamos acá en el lavadero, ellos nunca me sueltan la mano, les propongo ideas y me acompañan, me dicen que sí", relata uno de los responsables. 

El lavadero y su propuesta adquirieron rápidamente difusión y una panadería se ofreció a realizar donaciones para que los niños puedan acompañar la leche con algo dulce. Con la esperanza de que se sumen voluntades a este hermoso proyecto, el próximo paso es continuar consiguiendo colaboraciones. Adelantaron que no descartan una nueva campaña solidaria para intercambiar "azúcar por un lavado de auto". En tiempos de pandemia, cualquier acción es bienvenida para acompañar a aquellas familias que atraviesan un duro momento económico.

Por ahora, y por la necesidad del distanciamiento social, los niños pasan a retirar sus botellitas. Sin embargo, el equipo se muestra optimista y espera que la pandemia pase rápido para poder ver a los pequeños sentados en la mesa con sus tacitas disfrutando de una cálida copa de leche.

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