Ronald David Scott, Ronnie para los san isidrenses, fue uno de los cinco mil voluntarios argentinos que intentaron ir a pelear en la Segunda Guerra Mundial. En su caso lo logró y en contra del Tercer Reich de Adolf Hitler.
Prometo contar su historia que no es épica pero es tan maravillosa que supera cualquier anécdota sobre heroísmos en términos de un señor argentino viviendo cosas propias de un europeo.
Sin más dilaciones, te cuento cómo llega un argentino a pelear por los Aliados. Te habrás dado cuenta por el nombre de que Ronnie algo tenía que ver con el Reino Unido. Con la mitad por lo menos: su madre era inglesa y su padre escocés. Ronnie nació en nuestro país mucho antes de la Segunda Guerra. Durante la Primera más precisamente. Qué habrá traído a sus padres al país en aquellos años es algo que no sabemos, sin embargo.
El contacto con el Rey
Los Scott eran de Villa Devoto, en plena Buenos Aires. Sin dudas tendrían una participación activa en la comunidad inglesa ya establecida en el país para ese entonces porque es en un partido de polo en donde empiezan las anécdotas interesantes de Ronnie. Sabemos que el polo es otro de los deportes que los ingleses llevaron a varios de los confines de la tierra. En donde establecían colonias, más precisamente. Por aquellos años el polo no tenía la décima parte de la popularidad que tiene hoy. Y no es que hoy la tenga. Solo que hoy es un deporte conocido al menos. En aquellos años era de elite elite. Entonces para un argentino en 1931 no era algo común ir a ver un partido. Salvo que fueras de “la cole” inglesa... Así en ese día de marzo y con catorce años, Ronnie conoció a un tal Príncipe de Gales. A las postres, un tal Edward VII Rey de Inglaterra. La historia dirá que fue el rey con el reinado más corto: lo obligaron a abdicar en favor de su hermano (George VI, padre de Elizabeth II y abuelo del actual Charles III) cuando vieron que no iba a desistir de casarse con una plebeya americana y divorciada (Wallis Simpson). Bueno... Edward era medio díscolo. Durante la Segunda Guerra se puso del lado de Hitler y tuvieron que mandarlo a gobernar Bahamas, que en ese momento era colonia. Murió en París mucho después y aun casado con Wallis. Volviendo a Ronnie, cuenta la leyenda que el entonces Príncipe se detuvo en un momento del match a tomar algo y fue Ronnie quien le acercó una tónica con limón, que aparentemente fascinó al futuro Rey. Al día siguiente la Embajada Británica lo invitó a conocer el portaaviones “Eagle”, en el que había venido el Príncipe y que fue el primero en llegar a Buenos Aires. Ronnie metió un Príncipe y un portaaviones (un barco nada común en esos días, si me permitís) en cuarenta y ocho horas...
Como buen hijo súbdito de la Corona, Ronnie estudió en el Belgrano Day School pupilo y después jugó al rugby en el Belgrano Athletic en donde llegó a primera.
Un argentino en la Armada británica
Su vida fue normal hasta 1942. Cansado de las atrocidades de Hitler y convencido de que no solo él sino todo el mundo debía hacer algo para deterner al desequilibrado lider alemán, Ronnie se presentó en la Embajada y pidió alistarse en la Fuerza Aérea Naval (él sostenía que tenían mejores aviones que la Real Fueza Aérea). No queda claro si sabía volar, pero estoy seguro de que no. Aprobó los exámenes físicos sin problemas.
La noticia habrá sido tomada con orgullo en el seno de su familia. Los ingleses han vivido en guerra incesantemente desde sus orígenes y su papá había combatido en la guerra de los Bóeres en Sudáfrica (campesinos de origen neerlandés que se levantaron contra el Imperio Británico a fines del siglo diecinueve en aquella colonia y perdieron).
Ronnie esperó su oportunidad pacientemente hasta 1943, año que zarpó de Buenos Aires en barco rumbo a Inglaterra junto a otros trescientos argentinos y cien uruguayos, chilenos y brasileños.
Al llegar a Inglaterra quisieron enlistarlo en el Ejército, pero Ronnie se negó y les recordó la condición que puso en la Embajada de ir a la Fuerza Aérea Naval. Imagino que al ser Voluntario le cumplieron el deseo. Pero eso sucedió luego de un período de aprendizaje en Canadá. Así que Ronnie volvió a América pro un tiempo. Un año más tarde y volvió a Inglaterra como Teniente y se incorporó al Escuadrón 794.
Por supuesto vio la muerte de cerca
No sería una historia de aviación de guerra si no tuviera su momento dramático. Y Ronnie lo tuvo. Casi se estrella con su avión cuando se le plantaron los dos motores en un vuelo de instrucción. Pero ya era un avezado piloto y pudo aterrizar sano y salvo en el mar cerca de la costa inglesa pero lejos de su aeródromo. Un día internado y al otro día a volar de nuevo.
Al fin la guerra terminó y Ronnie volvió a la Argentina tres años más tarde para terminar su carrera aérea en Aeroposta Argentina, antecesora de nuestra aerolínea de bandera.
Hoy su nombre figura gallardo entre los homenajeados en el Memorial Hall del club Belgrano Athetic. Un salón inaugurado en 1918 para que nunca muera la memoria de los argentinos que participaron en ambas guerras mundiales luchando del lado de los Aliados en contra del terror y la opresión de los libres. Y en octubre de 2022 el Teniente de Corbeta de la Reserva Naval Ronald David Scott fue reconocido por su cumpleaños número 105 por el Secretario General de la Armada Contraalmirante Diego Eduardo Suárez del Solar y el Jefe de la División Reserva Naval, Capitán de Fragata Luis Alberto Díaz, en el Edificio Libertad.
Imágenes: Armada Argentina / Zonales
Su larga y exitosa trayectoria como creativo publicitario le dio un conocimiento muy profundo acerca de las conductas y motivaciones de la gente, base de su tarea como Secretario de Redacción de Ser Argentino.