En el municipio de Profundidad, en el Departamento de Candelaria, provincia de Misiones, hay diez mujeres de barro. Diez misioneras que comparten la misma pasión: el modelado de cerámica con barro ñaú. Lo que al principio comenzó como un hobby hoy es un emprendimiento que busca generar un espacio para emponderar a las mujeres misioneras. Además, es un proyecto productivo de base colaborativa y local, donde los conocimientos se comparten horizontalmente.
Este emprendimiento, que incluye manos, paletas de madera, piedras y diseño prehispánico, ya tiene nombre. “Entre Mujeres y el Barro” se llama la experiencia de género misionera. ¿Su anhelo más profundo? Convertir a un municipio de 500 habitantes en la capital provincial del modelado de cerámica con barro ñaú. ¿Lo lograrán?
Cuando se lo proponen
Las mujeres de barro de Profundidad se pusieron “manos a la obra” con su emprendimiento. Y, como dice el dicho, cuando las misioneras se proponen algo no hay quien las detenga. Próximamente, proyectan construir un horno comunitario para continuar y expandir sus actividades. La idea es que sea una herramienta que todos puedan utilizar, en colaboración con los que más conocimiento tienen. Además, se busca que cada pieza trabajada tenga la calidad necesaria para su comercialización. Las producciones de las mujeres de barro ya pueden encontrarse en la plataforma de venta online Pymes Misiones.
Pero el proyecto de las mujeres de Profundidad es mucho más que un emprendimiento productivo. Tiene que ver con la experiencia de misioneras en contacto con el arte y la tierra. “Buscamos lograr el sentido de pertenencia grupal, que esté bien claro quiénes somos y lo que buscamos lograr”, explicó una de las integrantes.
Muchas de las mujeres contaron que, al ingresar al grupo, no contaban con conocimiento de cerámica. Fue después, al ser parte de la experiencia, que descubrieron que tenían mucho talento. Y, lo más importante, tenían proyección colectiva como mujeres y emprendedoras.
Misionero y argentino por elección. Profesor de Historia (UBA), aficionado a la astronomía y a la ciencia ficción. Soy docente en el nivel medio y superior, pero antes fui maestro heladero, librero, administrativo, encuestador, mozo y hasta repartidor de películas de VHS. Mi pasión es escribir. Tengo unos cuantos cuentos y unas cuantas historias para contar. Como dicen por mi zona, solo “entre, pase y pregunte”.