¿Podemos tomarnos un momento para recordar la trama de Titanic? Calculamos que a esta altura no estamos haciendo spoilers. La taquillera película cuenta la historia de dos jóvenes que se enamoran, un crucero que se hunde y una puerta de madera. Así, el objeto que comúnmente sirve para ingresar a espacios se convirtió en una clave fundamental de supervivencia para una de las protagonistas. Lo insólito es que algo similar sucedió en una ciudad de Entre Ríos, pero esta vez la heroína fue una conservadora. Gracias al ingenio humano y a una característica inesperada, el objeto sirvió para que siete personas pudieran sujetarse hasta ser rescatadas.
La historia comenzó con una familia de la localidad de Federación que decidió pasar una jornada en la naturaleza. La misma estaba compuesta por dos adultos y cinco niños que buscaban un poco de entretenimiento al aire libre. Luego, con la caída del sol, se subieron a bordo de un catamarán para transportarse por el lago de vuelta a casa. Sin embargo, alrededor de las 19, notaron que algo los golpeó en uno de los flotadores de la embarcación en la que viajaban. Dicho impacto provocó que, en pocos minutos, el barco empezara a hundirse de un lado. Y que, posteriormente, terminara por darse vuelta completamente.
Digna de ficción
Según publicó Radio City, el hecho ocurrió cerca de la ciudad de Santa Ana y mantuvo en vilo a los federaenses. Las personas afectadas no tuvieron tiempo de nada y como primera reacción atinaron a tirarse al agua. Si bien todos tenían puestos los chalecos salvavidas, hubo una responsable de mantenerlos unidos: la conservadora. Sí, aquella fiel amiga que nos acompaña durante las travesías y que se encarga de mantener la temperatura correcta. Asimismo, es la que todos nos turnamos para llevar porque nadie quiere cargarla por su pesadez. Con su manija, colores vivos y diversos tamaños, ahora podemos agregarle la funcionalidad de respaldo en caso de naufragios.
Volviendo al relato, la familia se percató en medio de la desesperación de que la conservadora estaba a su alcance. De hecho, se encontraba enganchada por estribor, así que la agarraron y la taparon. El objetivo fue crear una boya improvisada que los mantuvo por más de seis horas resguardados en el río Uruguay. Lo cual presentó sus complicaciones a raíz del fuerte oleaje. Por lo que el rol del objeto fue clave para que los lugareños pudieran mantenerse juntos y con una ayuda adicional de flotabilidad. Además, les hizo ganar tiempo mientras las autoridades navales los buscaban sin parar.
Final feliz
Otro aspecto clave para hallar a la familia en tiempo y forma fue el celular de uno de los niños. Se trataba del único medio de comunicación del que disponían y sirvió para llamar a las fuerzas policiales y de Prefectura. No obstante, luego del aviso no volvió a encenderse más. El operativo de búsqueda resultó muy difícil por la hora, la inmensidad del lago y la oscuridad. Pero lo bueno es que finalmente fueron rescatados y todos llegaron al puerto de Federación por la madrugada. De lo que podemos estar seguros es que nunca más van a dudar en salir o no con una conservadora en mano.
Argentina, más específicamente de tierras litoraleñas. Nací en Entre Ríos y soy Comunicadora Social. Me especializo en la redacción en todas sus formas e intento crear imágenes mentales a través de las palabras. Melómana y apasionada de la semiótica por las miradas que nos aportan del mundo. La curiosidad siempre me mantiene en movimiento.