Fotografía de la pandemia: el agotamiento de una enfermera de Esquina

Una silla de plástico con una mujer sentada mientras cruza sus manos con guantes de látex. Traje azul, barbijo blanco y la mirada perdida observando hacia el costado. Se están viviendo tiempos difíciles con nuevos aumentos de casos de COVID-19 en el país y el sector que más lo padece es el sistema sanitario. Se trata de personas que no tienen vacaciones, no descansan en las condiciones pertinentes, y que están en la primera línea de fuego. Elena es un caso que grafica los miles que se replican a lo largo de la Argentina. La enfermera se desempeña en el hospital San Roque de Esquina y fue fotografiada cuando trabajaba en la guardia del retén de Guayquiraró.

Su cara de agotamiento respondía a que había hisopado a 200 personas en 8 horas sin respiro. La imagen se viralizó en las redes sociales y evidenció lo que tanto se habla pero poco se muestra: el hastío del personal médico. En diálogo con el medio local República de Corrientes, la mujer brindó detalles sobre el contexto del retrato. Allí, relató que estaba en la guardia y, que en un instante de cansancio extenuante, se sentó y respiró hondo. Acto seguido, le agradeció a dios por regalarle otro día de vida y ahí su compañero le tomó la fotografía. Paralelamente, la mujer se mostró molesta por las fiestas y reuniones clandestinas y remarcó que el personal no da más.

Fecha para el olvido

Según recordó, aquella jornada comenzó por la mañana y en apenas dos horas ya había hisopado a 99 personas. Todas ellas querían ingresar a la ciudad. Al ver la cantidad de gente que estaba a la espera, pidió refuerzos y más tarde la reemplazó su jefa. Sin embargo, para ese entonces ya había realizado dos centenas de hisopados, cuando el promedio diario es alrededor de 50. Aunque por las habilitaciones que se habían implementado en la provincia, la cantidad de visitantes se incrementó. Sucedió para la época de fin de año, donde según la enfermera en pocas horas la localidad se desmadró. Inclusive, había gente que viajó desde Ushuaia para ver a sus familiares.

La vocación es más fuerte

Al volverse hacia el momento de la foto, Elena dijo que llegó a sentir que se desvanecía. Pero que, luego, miró hacia la ruta y vio muchos autos que hacían fila para testearse. Por lo que inmediatamente pensó en las familias que estaban aguardando y se dispuso a continuar. Otro factor determinante de la situación fueron las altas temperaturas, que se percibieron aún más con el uso de los elementos de higienización. Al notar el cansancio en sus piernas, la profesional de la salud le pidió a un paciente que la esperara dos segundos. A su vez, le solicitó a uno de sus compañeros un sorbete, que le pasaron por el costado del barbijo para hidratarse.

Por otro lado, la enfermera manifestó la angustia de no poder ver a su familia por la pandemia. También, hizo notar su bronca al ver las fiestas y reuniones clandestinas que se realizan faltando al compromiso social. De hecho, recalcó que en Esquina hay muchas y que el personal sanitario está exhausto. Así que aprovechó para hacer énfasis en la responsabilidad de cada ciudadano y pidió por favor evitar las aglomeraciones.