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Fenikks: reutilización por la inclusión

Te contamos la historia del joven que, con una idea revolucionaria, llegó a los clibes más grandes. Con la reutilización de PVC desarrolla canilleras y aporta en proyectos sociales.

Historias de gente

Tomás Machuca tiene 21 años y nació en República de la Sexta, Rosario. Su infancia y adolescencia transcurrieron en este barrio humilde, entre garitos y gambetas. Hoy, se convirtió en CEO y emprendedor de un proyecto que crece cada vez más. Este joven creó Fenikks, un modelo de negocio de triple impacto, donde comercializa canilleras hechas con tapitas de plástico reciclado recolectadas en clubes. Con su producto, que nació de una historia muy particular, logra ayudar a miles de niños y adolescentes en su trayectoria deportiva.

 

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Canilleras Fenikks: el origen

En sus redes, Tomás alienta a los jóvenes a emprender y cuenta su historia con empatía y solidaridad. Según su propio relato, Fenikks surgió por un inconveniente. A sus 15 años, mientras jugaba en el Club Tiro Suizo de Rosario, se le rompieron las canilleras en un entrenamiento. La economía familiar de los Machuca en esos tiempos no podía solventar un nuevo par de canilleras. Así fue que, con la pasión por jugar y el ingenio para resolver sus problemas, Tomás pensó cómo podía hacer unas nuevas con material disponible en su casa.

Así fue que comenzó la aventura:

 “Corté un balde de pintura que había en el patio de casa, armé un diseño a mi gusto con imágenes de las personas que me motivaban, lo imprimí en el cyber, se lo ensamblé y listo, tenía unas nuevas con las que jugar protegido en cada partido”, reza en sus redes. 

El éxito del producto fue rotundo. Tomi recuerda que sus compañeros le preguntaban dónde las había conseguido. Sin embargo, no se animaba a contar que las había hecho él mismo porque no tenía para comprar unas. Así fue que se le ocurrió decirles a sus compañeros que las vendía un tío que vivía en Buenos Aires. El episodio no fue más que una anécdota hasta que, unos años después, a Tomás le nacieron las ganas de emprender.

 

De una anécdota a una empresa

El tiempo pasó y, junto a un amigo, Tomi comenzó a diseñar nuevas canilleras. En la primera etapa del proyecto, comenzaron pidiendo baldes u objetos de PVC en construcciones y casas de familia. Sin embargo, cada vez más personas querían el producto:

“Comenzamos a recibir pedidos y lo que juntábamos no era suficiente, así que decidimos dar el salto y empezar a transformar tapitas plásticas de botellas. También dejamos de hacer las personalizaciones porque eso llevaba mucho tiempo, así que empezamos a trabajar en la construcción de una marca

Democratizar las oportunidades

Luego de comenzar a producir grandes tandas, lograron realizar un modelo con tapitas de plástico. Tomi, con conciencia de clase y un corazón solidario, decidió que su proyecto no solo iba a tener un impacto ambiental por utilizar materia prima reciclada. También quiso que tenga un impacto social, y decidió que, por cada par vendido se entregaría otro par a un club de barrio. Una dinámica integral que ayude a concientizar por el medio ambiente, pero también a regalar oportunidades a quienes no la tienen. En apenas dos años, el proyecto generó una dinámica de triple impacto. 

 

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Producir consciencia a gran escala

En el primer año y medio, hacían 300 pares por mes. Actualmente producen 15 mil pares por mes.

“Pasaron 4 años y uno de los grandes cambios fue que al haber desarrollado un proyecto de impacto me permitió fundar un club en mi barrio que funciona como medio de contención y prevención para chicos expuestos a problemáticas como la drogadicción y delincuencia. Estar en un ambiente deportivo le permite desarrollar una propuesta de vida a largo plazo”

Actualmente, Fenikks tiene más de diez empleados y se encuentran desarrollando propuestas para clubes como San Lorenzo, Argentinos Juniors, Talleres de Córdoba, entre otros. Desde la empresa, buscan proponer la sustentabilidad como fuente de ingresos. Así, piden que los clubes se conviertan en puntos de recolección de tapitas plásticas que se transformarán en canilleras con diseños especiales para las tiendas oficiales. Además, buscan seguir apostando al impacto social: por cada para vendido se entrega otro como premio en las inferiores o en las iniciativas de acción social que el club tenga.

 

Imágenes: Redes Fenikks y Tomi Machuca

Fecha de Publicación: 11/05/2023

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