Elerio María es un joven salteño wichi de 31 años, que residen en Alto de la Sierra. Su nombre entró en la historia de la educación argentina, ya que será el primer maestro jardinero wichi de Salta, y probablemente del país.
Este logro de María es un ejemplo para quienes serán sus alumnos, pero también un hecho esperanzador. Su comunidad se encuentra marginada o, al menos, no es integrada como se debería. La interculturalidad no es fluida, los niños wichi que entran al jardín son tratados en un idioma distinto. Y la comunidad ha padecido muertes por desnutrición.
El maestro jardinero wichi sabe que la inclusión es la clave para solucionar estos problemas y mejorar la calidad de vida. “La educación intercultural abrirá puertas al dialogo y podremos solucionar problemas de nuestra comunidad”, afirmó.
El camino de Elerio María empezó en la escuela N° 4555 Rosario Vera Peñaloza. El maestro jardinero wichi cursó allí la primaria y la secundaria. La comunidad, para María, es fundamental. Al recibirse de técnico agropecuario, trabajó enseñando a hacer huertas. También capacitó a su comunidad en temas de alimentación. Pero alcanzar el título que hoy lo hace conocido en todo el país no fue nada fácil.
Para convertirse en el primer maestro jardinero wichi, Elerio tuvo que hacer un gran sacrificio para ir al Instituto Superior de Formación Docente que quedaba a 70 kilómetros de su casa. Es padre de dos niños, lo que hace aún más grande su logro.
Elerio María, ya con su título, volverá a enseñar a la escuela que lo vio crecer. Las condiciones no son buenas, no tienen espacio y a veces suspenden clases por falta de agua. Pero la esperanza de una mejor educación se verá reflejada en 1000 alumnos que empezarán las clases ahí.
Al ser un territorio intercultural, era necesario que un indígena alcanzara el lugar de docente. Esto facilitará la enseñanza bilingüe, lo que generará una verdadera inclusión en los estudiantes wichi.
Ahora hay más
Elerio, el maestro jardinero wichi, no fue el único indígena en alcanzar un título profesional trascendental para la comunidad. Junto a él están Marcial Juárez y Rodolfo Vidal, ambos maestros de primaria. Y, finalmente, en el área de la salud, Manolo Catardo se sumará como enfermero. Profesionales que, además de educación y salud, llevan esperanzas para la comunidad wichi.
Licenciado en Comunicación Social y periodista. Soy instructor de tenis y gané un Interclubes, también soy jugador y crítico de videojuegos. Siento que tengo un superpoder, pero aún no logro descubrir cuál es ni su alcance, imagino que es escribir. Siempre con la guardia alta.