¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la sección¿Qué pasaría si Papá Noel existiera? ¿Y si en vez de vivir en el Polo Norte viviera en las Sierras de Córdoba? El Patio Olmos, un lugar icónico para los cordobeses y punto de encuentro de la mayoría, difundió la historia más real sobre Papá Noel.
Ya sabemos que el Patio Olmos Shopping se consolida como uno de los centros comerciales más conocidos de Córdoba y uno de los edificios arquitectónicos más significativos de la ciudad. Además de ser un punto estratégico, que se encuentra cerca del centro de la ciudad y es aledaño a miles de otros puntos icónicos como la plaza España, la plaza Vélez Sarsfield, la Iglesia de los Capuchinos o el paseo del Buen Pastor. Incluso es un punto de unión entre tres barrios dignos de ser visitados en La Docta: barrio centro, Nueva Córdoba y el queridísimo barrio Güemes. Por eso, la llegada de sus acciones al pueblo cordobés siempre generan grandes repercusiones. Además, cada diciembre, el Patio Olmos cobra protagonismo con su decoración navideña y la presencia de un Papá Noel muy particular.
Todos los años, con espíritu festivo, este centro comercial recibe a más de medio millón de visitantes en busca de regalos. Y con la oportunidad de traspasar los límites de la ciudad, este año se propuso inspirar a más y más personas. En esta ocasión, para dar a conocer una historia cordobesa que toca los corazones. Con mucho orgullo, Patio Olmos presenta a “El Gaucho Noel”.
Se trata de una persona de verdad, pero con su propia magia. Dulce, pero que toma el mate amargo. Alguien que el 24 se pone el traje rojo y el resto del año anda de alpargatas. Su nombre es Daniel Casañas, poblador de Las Calles de Traslasierra, que desde hace 12 años colecta, repara, envuelve y reparte más de doscientos regalos cada Navidad. Para que cada niño o niña de su pueblo (“y de comunas aledañas”, aclara) tenga su juguete.
Este personaje, además de ser el protagonista de las fiestas en Traslasierra, se convirtió en el centro de atención de esta gran cadena comercial. Y es por eso, que pudo dar su mensaje a todos. “Llega un momento en que todo niño debe saber que… Papá Noel sí existe”. Así comienza la emotiva historia del Gaucho de Las Calles, que un día se convirtió en Papá Noel.
“Un día dije, bueno vamos a ser el Papá Noel del pueblo y junté regalitos (poquitos) y me fui casa por casa con la bolsita. El año siguiente fue muy extenso el recorrido. Muy largo, a veces termino como a las tres de la mañana”, el Gaucho comparte su experiencia única, y nos muestra cómo conservar el espíritu navideño de una forma real. “Hemos hecho un censo con mi gordita y, es relativo, pero hay alrededor de 200 chiquitos.”
Su historia de vida, nos muestra que no hace falta vivir en el Polo Norte para ser Papá Noel, para crear magia e ilusiones. No hace falta una gran producción para alegrar y ayudar a quienes nos rodean, este Gaucho viene a mostrarnos mucho más que una lección de vida. “Si vos me preguntás ¿qué me mueve?, tengo hijos tengo nietos, tengo ilusiones, tengo sueños… Ver a un niño feliz hoy como está la cosa, creo que no es poco. Me motiva mucho, y eso es en realidad lo que me mueve.”
“Y bueno… han asociado la camioneta con Papá Noel pero el que la maneja en realidad todo el año es el Gaucho. Entonces, cuando paso por el colegio todos los chicos reconocen la camioneta. Y a mí, de civil, me gritan ‘Chau, Papá Noel’ y es una emoción terrible.” El Gaucho tiene más trabajo en temporada navideña, pero durante el año tampoco se desprende de su personaje mágico ni se olvida de su bondad.
Como dice Galeano, «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo», y parece ser que este Gaucho lo tiene en cuenta. Ya que es consciente de que existen muchas personas como él en el mundo, que se encargan de difundir estas acciones valiosas y provocarle alegría a los más peques. Sobre todo, para conservar la ilusión y la magia en un mundo donde la cotidianidad nos roba el optimismo. “Siempre digo… yo soy un Papá Noel, quién sabe cuántos Papás Noel hay en todo el mundo. ¿no?”
El spot publicitario cuenta muchas más experiencias y termina con humor cordobés: “No tengo los 4 renos, pero tengo un Renó 4”
¡Gracias, Gaucho Noel!
Fecha de Publicación: 24/12/2020
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