En Argentina, todo el tiempo, pasan cosas. Ya lo dejó claro, en su momento, Mauricio Macri. Afortunadamente, muchas de ellas son cosas buenas. Hay gente de buen corazón. Personas solidarias y empáticas. Por eso, es imprescindible dar a conocer historias que tienen a esa gente buena como protagonistas. Es imperativo, en una realidad que nos rodea con negatividad, dar a conocer la existencia de buenas noticias. Así es esta historia, que muestra que no hay mejor recompensa que la que pueden dar los corazones agradecidos.
Esto pasó en Venado Tuerto, la importante ciudad del sur santafesino. Hace unos días, una venadense tuvo un gesto enorme al encontrar una cartera y devolverla a su dueña. Y la cosa no terminó ahí. Recibió una recompensa y decidió donarla.
La acción, en sí, es lo que podríamos denominar “lo correcto”. Pero, ante el avasallamiento de noticias de índole más dramático, sorprende. Y es sin dudas un gesto a destacar. No obstante, aún más conmovedor fue lo que pasó después.
Mara vive en Venado Tuerto y es voluntaria de la ONG Imagina. Tiene un perfil bajo y humilde. Por eso, desde la institución aseguraron que ella no quiere hablar sobre lo ocurrido. Sin embargo, por ser su historia tan digna de ser contada, lo hacemos. Quienes dieron a conocer lo que hizo Mara fueron sus compañeros de Imagina, a través de sus redes sociales.
El relato cuenta que Mara, quien es voluntaria en la mencionada ONG, encontró una cartera con dinero. Acto seguido ubicó a su dueña y se la devolvió. Hasta aquí, parecería ser una acción que muchos tendrían el impulso de hacer ante una situación similar, pero no termina ahí.
¿Qué harías vos en este lugar?
La dueña de la cartera encontrada, muy agradecida, quiso premiar a Mara por la devolución con 4000 pesos, pero Mara no lo aceptó. Ante la insistencia de la propietaria de la cartera por premiar el accionar, la voluntaria de Imagina le recomendó a la señora hacer otra cosa. En lugar de darle el dinero a ella, le sugirió que lo done para acompañar a Lucrecia, una nena “ahijada “del programa YoQuieroSer de Imagina.
Lucrecia es una nena de 12 años, abanderada de la Escuela 584 (Ex Nacional Anexo) y admirada por sus maestros y compañeros por su comportamiento y esfuerzo. Sin sus papás, Lucrecia la pelea día a día junto a sus hermanos y desea seguir una carrera universitaria. Su sueño es estudiar Psicología.
Así, la buena acción de Mara al devolver la cartera a su dueña se convirtió en un enorme acto de amor. Acto que terminará en una ayuda para una causa por demás de noble: ayudar a alguien más.
Los posteos de los miembros de Imagina dan cuenta de esto y deja ver la felicidad alrededor de estos grandes gestos:
“En Imagina suceden siempre cosas lindas. Estoy rodeada de un círculo de personas virtuosas y soy muy felíz”, expresó en redes sociales la directora de la ONG. En una comunidad relativamente pequeña como Venado Tuerto esta historia se vilarizó. En los espacios virtuales, los mensajes de felicitación para Mara se replicaron. La solidaridad ejerció un efecto contagio y, al menos por un tiempo, la ciudad respiró esperanza.
Historias como estas, aunque simples, interpelan. Nos invitan a pensar qué haríamos en una situación como la de Mara.
A veces, los que menos tienen son los que menos dudan, cuando se trata de ayudar.
Argentino, nacido en la ciudad de Santa Fe. Licenciado en Comunicación Social, especializado y apasionado por la redacción. Amante de las canciones, los idiomas y la interculturalidad. Me gusta emocionarme con un lindo texto y dejarme sorprender como un niño. Juego a que soy escritor y músico.