El arte del tatuaje se populariza cada vez más y esto permite que miles de talentos salgan a la luz. Este es el caso de Tam Gallardo, una especialista en tatuaje hiperrealista y microrealista que se convirtió en un emblema de su profesión. Además, por su gran labor logró tener una gran comunidad en las redes sociales, lo que le permite crecer profesionalmente.
Esta joven profesional es cordobesa de sangre (por parte de padre), ex bailarina de ballet y tatuadora. Desde los 18 años se dedica a dejar las marcas más bellas en las pieles de miles de personas, con su impronta y estilo particular. En sus comienzos, trabajó en el barrio Canning de Buenos Aires, luego fue explorando y experimentando en varios estudios porteños.
Una larga trayectoria
Tam ya lleva años en el rubro del tatuaje y vivió miles de experiencias. Si hay algo que recalca es el cambio rotundo entre las concepciones sobre los tatuajes, así como también la evolución en las técnicas y pedagogías. Sobre esto, contó a los medios:
La mayoría de las solicitudes son para realizarse tatuajes de mascotas: perros y gatos. En este sentido, su trabajo es una combinación con el amor hacia los animales. Sobre esto, cuenta que muchas veces las historias de las personas y sus animales, la conmueven hasta las lágrimas. Incluso, siente un gran compromiso con su trabajo, ya que sabe que un tatuaje de un animal tiene una carga muy especial.
Por eso, es muy exigente consigo misma y también con las referencias que toma para realizar su arte:
“Tiene que quedar igual a la foto. No trabajo con bocetos, solo con la imagen original. Si no tienen fotos muy buenas, como las de papel de antes, trato de no tomar esos trabajos”, cuenta Tam sobre su proceso.
Con su trabajo, no deja de sorprender a quienes deciden llevar marcas especiales en su piel.
Imagen: IG tamgallardo.tattoo
Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.