Yo adoro a mi ciudad....

Yo vivo en una ciudad donde la gente.... va al teatro casi todos los días de la semana. Buenos Aires ocupa en el ranking mundial el primer lugar de ciudades con mayor cantidad de teatros.Desde los tradicionales, los modernos y concurridos teatros de la Av. Corrientes, que en algún momento se la conocía como "La calle que nunca duerme"; hasta las pequeñas salas, casas, escuelas, talleres, clubes, bares, en los que se despliegan obras alternativas de altísimo nivel.Al Arte de Buenos Aires nada le hace límite. Ha soportado y soporta todo tipo de crisis económicas y políticas; sin embargo "show must go on". Gracias al enorme esfuerzo y la pasión con que millones de artistas dedican su vida al arte escénico en todas sus formas, podemos deleitarnos con todo tipo de propuestas teatrales.Desde los tiempos de la Tragedia Griega, en la puesta en escena de temas sensibles a la época, en los mitos, en las celebraciones, los espectadores podían identificarse con personajes de psicologías muy complejas.Hoy en día, ésto no ha variado y los seres humanos buscamos reunirnos para que los personajes nos transmitan historias en las que nos vemos reflejados.A su vez, psicología y teatro siempre han tenido un vínculo muy estrecho. En el teatro se representa un roll, en el que se pueden jugar todo tipo de emociones y personalidades; propiciando dar rienda suelta a la fantasía, a la imaginación, desprendiéndonos, aunque sea por un momento de la realidad, y dejándonos  llevar por la propuesta que ofrecen la obra, los actores, los directores, los guionistas.Casi todas las noches en Buenos Aires se pueden ver las filas inquietas de numerosos espectadores expectantes para que se abra el telón y empiece la función. Quizás ésto es posible gracias a aquellas personas que siguen admirablemente el fuerte deseo de actuar. Quizás porque haya personas que siguen la hermosa idea de Antón Chejóv: "...Cuando pienso en mi vocación, no temo a la vida...".